Gobierno y universidades públicas: camino al FEES 2015-2020
Johan Quesada Campos (*)johanqc20@hotmail.com
Este año en la Universidad Nacional hubo un aumento de alrededor de mil estudiantes que completaron el proceso de entrega de documentos para concursar por un cupo en las carreras de pregrado que ofrece la UNA. Este aumento es una señal clara de la necesidad que tiene la institución de aumentar su capacidad de matrícula sin debilitar otros campos de acción, como la investigación y la extensión. De alrededor de 7.000 estudiantes, solamente unos 4.000 podrán obtener un cupo.
En un año como este, en el que se negociará el Fondo Especial para la Educación Superior en Costa Rica (FEES) correspondiente al periodo 2015-2020, este hecho no puede pasar desapercibido, sobre todo cuando se mira el contexto económico en el que se encuentran las universidades públicas y el país en general.
Por una parte, algunos sectores del gobierno consideran que el nivel de gasto público en Costa Rica es insostenible, teniendo en cuenta la situación complicada de endeudamiento externo que presenta Costa Rica: prueba de esto son los innumerables debates que generó la aprobación del presupuesto de gasto del gobierno el pasado mes de diciembre. Actores relevantes en la toma de decisiones en el ámbito nacional insisten en que se requieren recortes en el gasto, a pesar de que varios organismos internacionales han concluido ya que la reducción del gasto público no ha sido una herramienta eficiente para solventar los problemas de deuda externa de los países latinoamericanos.
Por otra parte, el ambiente que se respira en las universidades estatales refleja un claro deseo de mantener el crecimiento del FEES, como la alternativa para garantizar el crecimiento de las universidades públicas de Costa Rica y, por tanto, del número de costarricenses con acceso a la educación superior.
El reto para las instituciones de educación superior estatales va más allá de la negociación de este quinquenio. El gobierno de la República asumió el compromiso de alcanzar un FEES equivalente a un 1,5% del PIB, esto sugiere que una vez que se alcance esta cifra el crecimiento de las universidades públicas dependerá directamente del crecimiento del PIB, lo cual no garantizará un crecimiento sostenible de dichas instituciones, teniendo en cuenta que anualmente se ha reportado un crecimiento de alrededor del 11%.
La negociación se convierte en un espacio ideal para el análisis de la gestión de la educación superior pública, para la identificación de oportunidades de mejora y la búsqueda de una mayor eficiencia en el uso de los recursos por parte de las universidades. No obstante, a pesar de los muchos puntos en los que se puede mejorar, ningún argumento podría ser suficiente como para que el FEES no siga creciendo. El constante crecimiento de las universidades se debe a un aumento sostenido de la demanda de educación superior, que se refleja en la cantidad de estudiantes que solicitan ingreso a las universidades.
Resulta interesante analizar el porcentaje de títulos otorgados por universidades públicas en comparación con las universidades privadas. Según el informe del Estado de la Nación, en 1990, un 77,6% de los títulos eran otorgados por instituciones públicas, para el año 2000, solamente un 36,2%, para el año 2010, descendió a un 31,3% y para el año 2013, se mantiene un poco más estable con un 31,5% de títulos otorgados por universidades públicas, mientras que las universidades privadas otorgan un 68,5%. Esto quiere decir que, a pesar del crecimiento de la universidad estatal, la demanda es tal que las universidades privadas casi han logrado invertir la relación en el porcentaje de títulos otorgados.
Los distintos sectores interesados en que la universidad pública siga creciendo, estarán unidos en esta negociación y desde ya se preparan para ejercer su presión, en la mesa de negociación, en las aulas y en las calles.
Razones políticas, intelectuales e históricas respaldan las posiciones que se defenderán.
El sector estudiantil liderará buena parte del proceso y ya comienza a organizarse. La Feuna está haciendo lo suyo, estudiantes, funcionarios de la UNA y de otras universidades y comunidad nacional en general, esperamos que nos acompañen en este importante proceso.
Por nuestra UNA y por la educación superior pública.
(*) Presidente Federación de Estudiantes Universidad Nacional