Por la reinserción social de los privados de libertad
Silvia Monturiol F. /CAMPUSsmonturi@una.cr
Montero forma parte de cerca de 400 privados de libertad de ese Centro que han recibido capacitación en procesos de generación de ideas de negocios por parte del proyecto UNA Nueva Oportunidad, coordinado por Lauren Díaz, académica de la Escuela de Administración (EDA).
Luis César Bustos afirma que el proyecto UNA Nueva Oportunidad
lo ha impulsado a querer reintegrarse a la sociedad y a procurarse un mejor mañana
para él y su familia. |
Y es que no hay duda que la cárcel se convierte en un estigma que persigue a quienes han permanecido recluidos en esta institución que, por su naturaleza, segrega a aquellos que transgreden la ley y las normas diseñadas por la sociedad.
Usualmente, al concluir su pena de prisión, estas personas se enfrentan a otra condena, el rechazo social, que limita sus posibilidades de reintegrarse como un miembro productivo de la sociedad, contribuyendo así a la reincidencia y en consecuencia al incremento de la criminalidad.
“Debemos tener una nueva visión sobre cómo debe funcionar la cárcel. Esta debe crear las oportunidades suficientes para que las personas que son residentes de la institución tenga la oportunidad de rehacer sus intereses, su vida y elaborar un proyecto de integración a la sociedad de forma oportuna y positiva”, advirtió Alexis Sánchez, representante del Instituto Nacional de Criminología, durante la inauguración del curso “Resiliencia, convivencia pacífica y formación integral de la población privada de libertad”, impartido por un equipo de estudiantes y docentes de distintas áreas, entre ellas Sociología y Relacones Internacionales, bajo la coordinación del académico Roberto Rojas, del Centro de Estudios Generales.
Práctica de libertad
Charlie Montero considera que tiene las herramientas para desarrollar un nuevo plan de vida al salir de prisión: montar su propia empresa de instalación de ventanas y puertas. |
Y preparado espera llegar Charlie Montero, quien al aproximarse al término de pena de prisión, siente que está listo para poner en marcha su nuevo plan de vida, que consiste en iniciar su propia empresa de instalación de ventanas y puertas.
También, Luis César Bustos ha aprendido, gracias al proyecto UNA Nueva Oportunidad, nuevas herramientas sobre los negocios que espera poner en práctica cuando esté en libertad.
Los conocimientos en el campo de los negocios, unidos a la atención psicológica regular que les ha fortalecido en la parte emocional, les permite a ambos afirmar que cuentan con los elementos necesarios para reintegrarse a la sociedad en forma positiva.
Ya hay precedentes que auguran su éxito. De la mano de UNA Nueva Oportunidad, Jorge Córdoba, exprivado de libertad, es actualmente un emprendedor que cuenta con un negocio de bonsáis sólidamente establecido, al punto de que constituye la principal fuente de ingresos para él y su familia. A él se suman otros cinco exprivados de libertad, quienes obtienen ingresos de sus ideas de negocio, aunque estas no son aún su fuente principal de ingresos.
Muy lejos de la posibilidad de reincidencia en el delito, estos seis egresados del proyecto aprovecharon esta Nueva Oportunidad para disfrutar de la práctica de su libertad integrados a la sociedad.
No por casualidad, la académica Lauren Díaz, fue seleccionada como una de los veinticinco innovadores sociales más destacadas de América Latina por parte del Banco Interamericano de Desarrollo, por impulsar la iniciativa nueva oportunidad.
Charlie Montero considera que tiene las herramientas para desarrollar un nuevo plan de vida al salir de prisión: montar su propia empresa de instalación de ventanas y puertas.
Luis César Bustos afirma que el proyecto UNA Nueva Oportunidad lo ha impulsado a querer reintegrarse a la sociedad y a procurarse un mejor mañana para él y su familia.
Paz en un entorno violento Como parte del proyecto “UNA Nueva Oportunidad: Procesos integrales para la reinserción social de la población privada de libertad en el Centro de Atención Institucional San Rafael (CAI)”, el pasado 9 de abril se realizó el acto de inauguración del curso “Resiliencia, convivencia pacífica y formación integral de la población privada de libertad”, en el CAI, ubicado contiguo a las instalaciones del Centro Penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela. La coordinadora de UNA Nueva Oportunidad, Lauren Díaz, informó que se detectó que no había un programa formativo para tratar a las personas en cuyos delitos había mediado violencia generalizada, por lo que se invitó al Centro de Estudios Generales para asumir el proceso de formación en cultura de paz y convivencia armónica. El curso, recientemente inaugurado, forma parte de un ciclo de talleres en esta área, a cargo de un equipo, coordinado por el académico Roberto Rojas, de ese centro. “La intención es que en el transcurso de 10 meses que vamos a estar trabajando con un grupo seleccionado por el Departamento de Orientación del CAI podamos llevar de la mano a 25 personas que puedan desarrollar habilidades y tener herramientas para convivir pacíficamente y reinsertarse socialmente”, afirmó Rojas. A la vez, se ofrecerán charlas informativas con toda la población privada de libertad interesada, con el fin de ir creando conciencia sobre la importancia de una cultura de paz. Para Charlie Montero, privado de libertad, el curso viene a crear una cultura de paz para gente violenta. “Lo veo muy importante para crecer uno como persona, para creer en que hay una nueva oportunidad”. |