Violencia obstétrica: el lado oscuro del parto

Gerardo Zamora Bolaños
gzamorab@una.cr / CAMPUS

El festejo y los abrazos no paran en las afueras de la sala de partos. La algarabía de abuelos, tíos y el orgulloso papá inunda los pasillos de un hospital capitalino. Pero adentro, la realidad podría ser distinta; dramática. Al menos así lo creen funcionarios de la Defensoría de los Habitantes y del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), para quienes la violencia obstétrica es casi una "epidemia".

"No tenemos una encuesta con datos duros; sin embargo, algunas organizaciones internacionales hablan de que todas las madres han sufrido violencia obstétrica en algún momento, ya sea física -prácticas invasivas y suministro de medicamentos no justificados- o psicológica -trato deshumanizado-; es decir, no es una situación extraña para Costa Rica; de hecho, actualmente el Ministerio Público tiene en sus manos al menos dos casos", aseguró Ester Serrano, coordinadora del área de construcción de identidades y proyectos de vida del Inamu.

Un asunto de dignidad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada dos minutos muere una mujer en el mundo por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. Consciente de la trágica realidad, y con el propósito de sensibilizar a la población sobre esta forma de violencia, el Instituto de Estudios de la Mujer (IEM) y la Maestría en Perspectiva de Género en los Derechos Humanos de la Universidad Nacional (UNA) organizaron el mes pasado la Conferencia "El rol del Estado en la prevención y erradicación de la violencia obstétrica", a cargo de Soledad Díaz, especialista en derechos humanos y coordinadora general de la organización Médicos del Mundo: "abordo la temática desde los derechos sexuales y reproductivos. Violencia obstétrica es toda aquella práctica ejercida por el personal de salud en el momento del parto o a lo largo del embarazo, que degradan la dignidad de las mujeres. Implica un abuso, una opresión y un trato inhumano. En el fondo se trata de un ejercicio de poder sobre el cuerpo de las mujeres, porque no hay explicación, no hay información, no se les deja decidir", aseguró Díaz.

"Lo más dramático es que la violencia obstétrica genera efectos emocionales y físicos, en ocasiones irreparables, en la madre y el bebé", sostuvo Soledad Díaz.

¿Estamos haciendo algo?

En la última década, Argentina, México y Venezuela dieron el paso, tipificando como delito estas conductas. Costa Rica aún no, aunque una Comisión Legislativa estudia varias iniciativas desde el año anterior.

Las autoridades de gobierno tratan de hacer lo suyo. "Hemos implementado mejoras en infraestructura y prestación de servicios en las 25 maternidades del país, afinando los instrumentos de supervisión y protocolos, para que el personal de salud que atiende el parto sepa, paso a paso, lo que debe hacer", explicó Lidieth Carballo, integrante de la Comisión para la atención calificada del parto de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

La Defensoría de los Habitantes y el Inamu también han venido liderando procesos de cambio en las maternidades públicas, a través de capacitaciones dirigidas a médicos y enfermeras. "Desde el año pasado, junto a la Caja, realizamos talleres en todos los Ebais, hospitales y clínicas del país, promoviendo el parto humanizado, sensibilizando al personal", dijo Ester Serrano, representante del Inamu.

¿Sala de partos o de pesadillas?

"La mujer que estaba de guardia ni bola me daba y yo sentía la cabeza de mi bebé afuera. Me hizo esperar casi tres horas y cuando me hizo el último tacto me regañó y me dijo que por qué no le había dicho que la bebé estaba casi afuera, cuando fue negligencia de ella. Al llegar a la labor de parto, mi bebé salió de pronto pero no respiraba, estuvo internada en cuidados intensivos". Tatiana Estrada.

"Ha sido lo peor. Desde que una practicante me rompiera la fuente y una enfermera dijera que muchachas de 13 y 14 años han parido y pujado a sus hijos sin problemas y que yo que soy mayor no lo hacía bien, hasta que me dejaran sin sábanas el día que tuve que quedar internada". Diana Arias.

"Que lo diga yo, hace 15 años murió mi hijo tratando de nacer. Sufrí maltrato físico y psicológico, hasta una parálisis parcial sufrí y me dijeron que fui yo quien no colaboró en la labor de parto, que terminó siendo una cesárea de emergencia ya que mi hijo venía con el cordón en el cuello y porque tragó liquido amniótico. El se ahorcó y se envenenó". Andrea Gamboa.

Fuente: Informe de la Defensoría de los Habitantes. Violencia Obstétrica. 2015.

El test

Si usted es madre, devuélvase en el tiempo. Si responde afirmativamente alguna de esas preguntas, usted ha sido víctima de violencia obstétrica.

¿El personal de salud hacía burla o comentarios irónicos acerca de su comportamiento?

¿Le trataban con sobrenombres como "gorda", "mamita" en un tono despectivo?

¿Le hablaban de mal modo al manifestar sus emociones o inquietudes durante el parto?

¿Le practicaron cesárea, tactos vaginales o compresión del abdomen sin su consentimiento o sin explicación técnica alguna?

¿Se le impidió el contacto inmediato con su hijo o hija recién nacido después del parto?

¿Siente que no "estuvo a la altura" de lo que se esperaba de usted? Fuente: OMS.

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    Abril 2016 - Año XXVI # 274

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