Entrelíneas
Conservar para seguir ganando
Laura Ortiz C./CAMPUS
Víctor es guardaparques en la Isla del Coco. Cada 22 días deja a su familia para adentrarse 545 kilómetros al suroeste de Puntarenas, para él su trabajo es "lo máximo" pero en un escenario ideal desearía contar con una ley más rigurosa que permita que las denuncias por pesca ilegal tengan sanciones fuertes, y así no se encontraría una y otra vez con las mismas pesqueras.
Alberto sabe que la situación socioeconómica del cantón de Osa obliga a que cada vez más personas recurran a la orería para mantener a sus familias, una actividad ilícita que conlleva a su paso la cacería ilegal para la subsistencia. Más personal para resguardar el bosque y una solución integral que permita a los vecinos de la zona alternativas reales de desarrollo económico serían, en su criterio, la solución de este conflicto.
Róger y Óscar, quienes trabajan en el Parque Nacional Braulio Carrillo y la Reserva Caño Negro respectivamente, solo desearían contar con más recursos para desarrollar más programas de educación ambiental, que sensibilicen a las futuras generaciones de los beneficios de contar con áreas protegidas.
Ólger sabe que los turistas de Manuel Antonio no se detendrán, los ha visto en aumento año con año, no lo ve mal para el Parque, quisiera que todos conocieran sus senderos, sus árboles, sus animales, pero teme que en un futuro cercano, los visitantes verán limitado el acceso a las duchas, los sanitarios y el agua potable.
Estos guardaparques representan a un grupo de funcionarios que no solo muestran su ingenio y compromiso para cuidar nuestros recursos naturales, sino que además hacen un esfuerzo extra por estudiar y obtener los conocimientos que les permitan potenciar sus habilidades y ser gestores del desarrollo de las áreas protegidas.
Ante este escenario, de retos y oportunidades como ellos le llaman, resulta paradójico pensar que es la conservación de las áreas protegidas la que más ingresos representan para Costa Rica producto del turismo. Y si bien el país tiene múltiples "retos y oportunidades" en distintas áreas, quisiera pensar que el Estado hace su mejor esfuerzo por brindar los recursos necesarios para la conservación de su mayor riqueza. No vaya a ser que en unas pocas décadas ese financiamiento tenga que ser empleado en campañas para el rescate de esa gallinita de los huevos de oro para la que hoy se destina un limitado presupuesto.