UNA mano al agua

Gerardo Zamora Bolaños / CAMPUS
gzamorab@una.cr

"Estoy muy contenta, ya no tengo criaderos de zancudos, no hay mal olor, además todo se ve tan lindo. El agua que botábamos ahora la usamos para regar plantas, lavar el carro, hasta el recibo nos ha bajado", asegura María de los Ángeles Méndez, vecina de Barra Honda de Nicoya. Ella es una de las beneficiadas con la "magia" de las biojardineras, un proyecto liderado por el programa Horizontes Ambientales del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo), el Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible (Cemede) de la Universidad Nacional (UNA) y el Ministerio de Salud.

¿Se imagina reutilizar las aguas que vienen de la ducha, los lavatorios y el fregadero para regar cultivos o lavar pisos? Sí, esas que normalmente van a dar al patio, a una quebrada o en el mejor de los casos a un caño. Gracias a dicho proyecto, esto ya es posible en algunas regiones del país, son las conocidas biojardineras, claves para el tratamiento de aguas residuales, grises y negras.

El pasado 27 de mayo, se inauguraron cinco más en el cantón de Nicoya. Las comunidades son las grandes protagonistas: "ponemos en marcha todo un proceso de sensibilización y capacitación entre los vecinos; desde la planificación, el diseño y la construcción de la biojardinera, hasta su seguimiento. La idea es que pronto ellos puedan manejarse de manera independiente", explicó Maritza Marín, investigadora del programa Horizontes Ambientales del Idespo.

Y es que los beneficios son múltiples. El aprovechamiento y canalización de aguas residuales previene la formación de criaderos del dengue y chikunguña, así como la contaminación de nacientes y ríos. Ni que decir de las ventajas para la economía de hogares acostumbrados a usar agua potable para todo. "Hay muchos otros beneficios derivados de una biojardinera, más allá de lo ambiental: la socialización en la comunidad, la participación de los adultos mayores en su construcción", agregó Mario Acosta, funcionario del Ministerio de Salud. "El impacto es positivo en muchos sentidos, desde la salud humana, ambiental, hasta el favorecimiento de la convivencia familiar y comunal", dijo Silvia Zúñiga, representante del Cemede.

Tecnología limpia, de bajo costo; un sistema de ingeniería construido con el fin de maximizar la remoción de los contaminantes presentes en las aguas residuales generadas en el ámbito doméstico. Es la ciencia oculta en jardines que limpian el agua.

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