El benemeritazgo para Carmen Lyra

Isabel Ducca D. para CAMPUS
isaducca@gmail.com

Pasado el fervor con que se recibió la noticia, creo fundamental detenerme en una reflexión acerca de este reconocimiento. Una mayoría, medianamente informada, compartió la alegría de quienes consideraron que el país le debía semejante honor por su aporte y así se remediaba. Si el país o un sector de la oficialidad quedaron en deuda con María Isabel Carvajal, esta nominación no la salda en absoluto. La persona física murió en México en 1949, víctima de un cáncer que ya tenía cuando fue obligada a irse, y se le negó el permiso para venir a morir en su tierra, tal y como lo atestigua Víctor Manuel Sanabria en el Diario de Costa Rica. A menos que se practique el "espiritismo" y se conciba la idea de comunicarse con su espíritu para hacerle llegar la noticia; sin embargo, no es mi caso.

Por lo tanto, esta consideración puede restituir algo del daño ocasionado a sus familiares aún con vida. Pero, esta distinción a los sesenta y seis años de su muerte, lo recibe la memoria social de Costa Rica. Ella es la que se beneficia o se empobrece con un trámite burocrático más. Una nueva nominación puede convertirse en una clasificación honrosa pero nada más. Se le visibiliza con honores en lugar de "horrores". Pasamos la página y entra a una gaveta como tantos beneméritos, pues ni siquiera conocemos la lista completa y su verdadero aporte a la sociedad.

También, pueden trazarse otros senderos más ricos y creativos que el ritual patriótico. Se trata de la posibilidad de ampliar nuestra mirada a esa Patria que la consideró "non grata" y ahora la redefine positivamente. ¿Por qué ese antes y ese después? ¿Qué se interpone entre un proceso y otro?

También, se puede aspirar al estudio de su obra y de su época para comprender cómo percibió, asumió y enfrentó los dilemas que su momento histórico le deparó. Las encrucijadas frente a las que tuvo que optar y cómo las resolvió. Si algo traza su vida y su obra fue la capacidad para avizorar caminos para la libertad y la lucha contra la injusticia y el autoritarismo. Escudriñar en los rincones de la historia para conocer su itinerario pues de ser aclamada pasó a ser un personaje negativo.

En 1916, un autor anónimo la definía así en El Imparcial: Sincera hasta en sus últimas palabras, cuanto dice hace. Respeta a los niños con la devoción que los antiguos ponían en las imágenes.

En 1949, aparece un poema firmado por V.S. en el Diario de Costa Rica y dice:

Enclavado en la cruz de la nostalgia

tu pobre corazón languidecía

y se agolpaban en tu sien las penas

como dardos punzantes como espinas. (...)

Duérmete en paz. Descansa "Carmen Lira"

que tu alma buena con virtud sencilla

regó sin egoísmo la semilla

que había en tu corazón. ¡Dios te bendiga!

Con los aciertos y errores de su propia humanidad, Carmen Lyra desafió a la aldea de la primera mitad del siglo XX con un pensamiento revolucionario. Su paso por esta sociedad dejó una huella que no pudieron borrar. Seguir ese trazo hoy nos permite conocer la sociedad que le impuso límites y fronteras pero que ella, sin dejarla, las transgredió. Cada quien podrá diseñar su propia interpretación y enriquecer así su presente.

  • CAMPUS Digital

    Junio 2016 - Año XXVI # 276

    Oficina de Comunicación, Universidad Nacional. Apartado 86-3000, Heredia - Costa Rica. Teléfonos (506) 2237-5929 y 2277-3224, FAX: (506) 2237-5929. Correo electrónico: campus@una.ac.cr Edición digital: www.campus.una.ac.cr

  • Directora: Maribelle Quirós Jara.
    Editor: Víctor J. Barrantes C.
    Periodistas: Víctor J. Barrantes C., Gerardo Zamora Bolaños, Silvia Monturiol Fernández, Johnny Núnez Zúñiga, Laura Ortiz Cubero, Maribelle Quirós Jara,
    Asistente editorial:
    Andrea Hernández Bolaños y Ana Lucía Vargas.
    Diseño de página: José Luis Sánchez Pino josesanchez@engineer.com

  • © Prohibido reproducir, transmitir o distribuir parcial o totalmente los artículos, fotografías, diseño o cualquier otro elemento del contenido que aparece en CAMPUS Digital. Si desea hacerlo enviénos su solicitud a campus@una.cr