Entrelíneas
Pasito a pasito
Roberta Hernández Q.
La contaminación, deforestación y el cambio climático son temas que para mi generación fueron de menos a más. Pasamos de creer que el agua era un recurso renovable a valorar cada gota que sale del grifo. Hoy consideramos horroroso ver a alguien botar basura en la calle o por la ventana del carro. Este cambio ha ido paso a paso y requirió mucha información científica para impactar nuestra forma de pensar.
Pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Es en el actuar donde la Generación X (nacidos entre 1960 y 1986) debe dejar huella en los Millennials. Los cambios en nuestro consumo y el manejo de nuestros desechos serán la forma en que nuestros hijos y nietos lo harán. De allí que es vital empezar a cambiar en casa hoy mismo. Pasito a pasito.
No es tan difícil, pero requiere compromiso e información. Por ejemde la UNA ama Campus Sostenible nos permite reciclar en nuestro lugar de trabajo. eriales duraderos para no entregar bolsas plasplo, ponernos como meta aplicar las tres erres de la ecología en nuestra cotidianidad. Reducir, reutilizar y reciclar.
En el caso de quienes vivimos en Heredia lo tenemos bastante fácil. La municipalidad del cantón implementó la recolección de material reciclable casa por casa cada dos semanas. El programa Campus Sostenible de la UNA nos permite reciclar en nuestro lugar de trabajo y hasta los supermercados ofrecen cajas o bolsas de materiales duraderos para evitar el consumo excesivo plástico.
Se volverá un hábito separar la basura. Los Millennials lo tendrán en su ADN, siempre y cuando nos vean hacerlo. Será normal cargar nuestras bolsas de mercado y negarse a recibir todo empacado en plástico.
Otro paso es el manejo de nuestros desechos orgánicos. Parece difícil cuando vivimos en casas citadinas y 100% cementadas, pero hay opciones que pueden aplicarse sin mayor esfuerzo ni costo.
Es un deber de todos hacer el cambio y dejar esa valiosa herencia a nuestra descendencia, más aún cuando el segundo país más contaminante del planeta se sale del acuerdo mundial contra el cambio climático. El compromiso por evitar el aumento en las temperaturas debe ser diario y cotidiano. El cambio en nuestras actividades debe tenerlo implícito, desde lo más simple hasta lo complejo. Y hay que empezar ya, hoy mismo.