Alertan sobre transmisión de bacteria aviar

Los hospitales nacionales suelen confundir síntomas con gripe o dengue; aún no se atiende de forma rutinaria, sino hasta que el paciente empeore.

Johnny Núñez Z. / CAMPUS
jnunez@una.cr

Loras, pericos, cacatúas y hasta palomas serían las reponsables de transmitir una peligrosa enfermedad bacteriana que se manifiesta en la persona con neumonía o endocarditis severa en su etapa aguda, la cual los médicos confunden inicialmente con dengue o resfríos debido a la sintomatología. La alerta la dio Gaby Dolz, coordinadora del laboratorio de Docencia e Investigación en Medicina Poblacional de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (EMV-UNA).

La clamidosis aviar (CA) es una enfermedad zoónotica causada por la bacteria intracelular Chlamydia psittaci, la cual se describió por primera vez hace más de 100 años, y está asociada con una epidemia de neumonía en humanos quienes estuvieron en contacto con aves tropicales. Tiempo despúes, se demostró que las aves psitácidas (loros, cacatúas, periquitos, guacamayas, y otros), además de palomas, aves acuáticas y gallináceas pueden contagiarse con la bacteria.

Dolz manifestó que, en Costa Rica, el primer caso de Chlamydia psittaci, se reportó en el 2014 en un adulto mayor, quien fue contagiado por dos cacatúas o cockatieles, los cuales se compraron dos semanas antes en una tienda de mascotas y convivían en el hogar de la persona infectada.

Como parte de la intervención al paciente, éste informó que posterior a la muerte de la primera cacatúa empezó a presentar dolor y fatiga muscular. El paciente acudió al centro de salud y fue medicado con antihistamínicos para el control de un posible resfrío; sin embargo, el cuadro de fiebre le causó neumonía, endocarditis y encefalitis, por lo que el neumólogo del hospital y el veterinario que trataba a las mascotas sospecharon de clamidiosis aviar.

La especialista explicó que las dos aves resultaron positivas a C. psittaci, tanto los órganos de la ave muerta como las excretas de la otra ave, la cual no presentaba síntomas clínicos. En cuanto al diagnóstico del primer caso humano reportado en el país, se realizó mediante TAC, radiografía y patología, determinando bronconeumonia por C. psittaci.

Dolz comentó que sospechan de un nuevo caso de clamidosis en una mujer que laboraba en una tienda de mascotas, en donde una cacatúa murió de repente, durante el mes de abril. Actualmente se ahonda en los estudios porque no se sabe si la persona ya presentaba la enfermedad, se contagió al recoger el cadaver, o bien si el hecho de estar resfriada habría provocado el contagio, pues esta enfermedad afecta a menores, adultos mayores y a personas inmunosuprimidas, o con bajas defensas.

Abordaje y tratamiento



La investigadora Gaby Dolz, aseveró que la forma de prevenir la enfermedad es comprar en las tiendas de mascotas aves certificadas como libres de Chlamydia psittaci.

La investigadora de la UNA comentó que desde el 2009 un grupo de especialistas de la EMV inició la investigación de Chlamydia psittaci como agente zoonótico diagnosticado en aves psitácidas.

De las 117 muestras (hisopados cloacales y faringeales) recolectadas de clínicas veterinarias (88) y centros de rescate (29), se identificaron cuatro (3.4%) muestras positivas. De forma paralela, se recolectaron 120 muestras de heces, por medio de hisopos, en la Plaza de la Cultura, Garantías Sociales, parques Morazán y Central de Guadalupe. De estas muestras una resultó positiva a C. psittaci.

"El problema no es el porcentaje hallado, sino que esas aves al convivir con las personas trasmiten la enfermedad cuando alguien acostumbra a dar besitos al ave o al inhalar las heces del animal a la hora de limpiar la jaula", agregó Dolz.

La especialista recalcó que la bactería se elimina en la excreta de las heces, fluido lagrimal, descarga nasal, moco de la cavidad oral y faríngeal, así como en la leche de buche de aves infectadas por meses.

Destacó que los síntomas de la Chlamydia en animales y humanos no son muy específicos; sin embargo, en las aves un signo clave es que se muestren decaídas, aletargadas, con las plumas encrespadas y sin apetito, así hasta la muerte. En personas suele manifestarse como gripe (quiebra huesos) y en algunos casos, de no tratarse a tiempo con antibióticos, podría complicar al paciente con neumonía, endocarditis (inflamación de las válvulas cardiacas) y alteraciones de sistema nervioso central, hasta provocar su muerte.

Salud pública la omite

Dolz expresó que una de las debilidades del sistema de salud nacional es que la mayoría de especialistas desconoce de la presencia de Chlamydia psittaci en aves de nuestro país y no cuentan con un diagnóstico de laboratorio para este agente, por lo que podrían estar tratando este padecimiento como un dengue o resfrío, sin detectar la bacteria en los exámenes para iniciar el tratamiento con antibiótico.

El protocolo de atención varía solo cuando el paciente empeora y es intubado, producto de la neumonía o incluso la endocarditis. "La enfermedad parece ser abordada generalmente como una enfermedad viral, hasta que la persona presenta neumonía", subrayó Dolz.

Recomendaciones

Si bien la clamidosis es una enfermedad transmisible a los humanos, existen controles y tratamientos con antibióticos para evitar su propagación. En primer lugar, desarrollar un programa de educación ambiental sobre las enfermedades transmitidas por las aves, principalmente, loros, cacatúas, pericos y palomas, tanto para propietarios como para la población que acostumbra visitar con sus hijos plazas o parques públicos.

Además, las clínicas, hospitales públicos y privados deberían considerar en los examenes la clamidiosis aviar, al momento de atender un paciente con los síntomas descritos y así ir más allá del resfriado común. Finalmente, implementar un programa de control de palomas infectadas.

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    Junio 2017 - Año XXVII # 287

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