Drones permitirán monitorear cultivos de frijol

UNA, CNP y MAG impulsan ambicioso proyecto
UNA a la vanguardia en capacitación de futuros profesionales

Gerardo Zamora Bolaños / CAMPUS
gzamorab@una.cr

Con un control remoto en sus manos, cuatro hombres de rojo "sudan la gota gorda". ¡Claro! es mediodía y el sol de La Cruz no perdona. Son investigadores de la Escuela de Topografía, Catastro y Geodesia (ETCG) de la Universidad Nacional (UNA), quienes operan varios drones, desde ahora sus ojos desde el cielo. Están "mapeando" a un país tan frijolero como el nuestro.

Examen desde lo alto

¿Para qué lo hacen? Conocer con exactitud la cantidad y las zonas en las que se desarrollan los cultivos en un país, permite diseñar estrategias de salubridad y de mercado más precisas, dar soporte a los productores del sector agroalimentario, así como evitar el contrabando.

A partir de febrero, las autoridades de gobierno y los industriales tienen inventarios más reales de algunos productos como el frijol, gracias a un innovador proyecto que implica el uso de drones. Su sobrevuelo en distintas regiones del país permitirá "lecturas" más detalladas de las cosechas. Un moderno software procesará la información captada por los drones. "Las implicaciones de este proyecto son muchas; por ejemplo, como el frijol sembrado acá en el país no alcanza para toda la población, las autoridades de gobierno necesitan registros más exactos, porque a partir de eso se puede decidir con más seguridad, la cantidad de importaciones que ocupamos", detalló Steven Oreamuno, académico de la ETCG y coordinador del proyecto.

Ojo clínico

Y es que la minuciosidad en los datos recopilados es notable, según los responsables del proyecto: "la precisión en las mediciones que logran los drones es grande, de hecho el margen de error es de ± 2 centímetros y medio lineales. Esto nos permite tener estimaciones muy claras del área cubierta por determinado cultivo", añadió Oreamuno.

La pionera iniciativa es impulsada por la ETCG de la UNA, propietaria de cuatro drones, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Consejo Nacional de Producción (CNP). Desde julio del año pasado se firmó el convenio que pone en marcha dicho monitoreo, vigente hasta el 2020, comenzando por la provincia de Guanacaste. El objetivo es, posteriormente, incorporar otros sembradíos como el de maíz blanco.

Se estima que actualmente el CNP solo maneja información de un 20% de las fincas que siembran frijol. "Estamos muy esperanzados. Este levantamiento espacial de las zonas de producción, permitirá tener una mejor planificación por área", manifestó José Valerín, gerente del Programa Nacional de Granos Básicos del MAG.

UNA a la vanguardia

No sólo los agricultores, consumidores y autoridades de gobierno ganan con la novedosa iniciativa. La población estudiantil de la UNA también resulta directamente beneficiada; así lo aseguran los gestores del proyecto.

A partir del 2017, los nuevos drones también permitirán reforzar los procesos de docencia en la ETCG de la UNA: "con esta tecnología de punta, podremos capacitar a nuestros estudiantes para que estén al día con las últimas herramientas que exige el mercado. Los drones son hoy aliados para el ejercicio profesional de los topógrafos por ejemplo. Con esto quiero decir que la Universidad Nacional se pone a la vanguardia en la preparación de los futuros profesionales", concluyó Steven Oreamuno.

Amados y odiados. En su forma más artesanal, los drones existen desde la Segunda Guerra Mundial y fueron creados para entrenar a los operarios de cañones antiaéreos. Más tarde, en la década de los 70, son perfeccionados sus mecanismos de vuelo, con la llegada del radio control. Pueden contribuir con tareas para el desarrollo socioeconómico de una población, al tiempo que en ocasiones su sobrevuelo significa una amenaza. Algunas de sus aplicaciones van desde la distribución de señal gratuita de internet, el levantamiento de mapas agrícolas, hidrológicos y de infraestructura vial, el transporte y entrega de mercancías, el apoyo para la elaboración de materiales audiovisuales, el control de incendios, la búsqueda y rescate de personas, la lucha contra el narcotráfico, y el estudio de la atmósfera, hasta la ejecución de tareas de espionaje, militares, y el trasiego de droga.

Fuente: Mundo Drone, 2017 www.mundrone.com

(Recuadro) Ojos en el cielo: Phantom 3 profesional

*Peso: 1 kilo y 280 gramos

*Tamaño diagonal: 35 cm

*Altura máxima: 120 metros sobre el punto de despegue

*Velocidad máxima en ascenso: 5 metros por segundo

*Velocidad máxima en descenso: 3 metros por segundo

*Velocidad máxima de desplazamiento: 16 metros por segundo

*Temperatura de funcionamiento: 0-40 grados centígrados

*Máxima duración de vuelo: 23 minutos

*Área abarcada por vuelo: 30 hectáreas

*Precio aproximado: 16 mil dólares

Fuente: página oficial Phantom 3 http://www.dji.com/es/phantom-3-pro/info

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    Marzo 2017 - Año XXVII # 284

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