Pacientes con cáncer de mama mejorarían con actividad física
Johnny Núñez/CAMPUS
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 Los programas de actividad física para pacientes supervivientes al cáncer de mama deberían fomentar estrategias para lograr una buena adhesión al programa. |
El cáncer de mama es una de las neoplasias malignas más frecuente en la mujer y el segundo más habitual y común. Para el año 2012 se diagnosticaron alrededor de 1 600 nuevos casos, cifra que representa el 25% de todos los cánceres en mujeres, tanto en los países industrializados como en los subdesarrollados.
Así lo indicó Jairo Fernández, especialista en ciencias de la actividad física de la Univesidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales de Colombia, en el marco del VII Congreso Internacional de Ciencias del Movimiento Humano, organizado por la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA).
En el estudio piloto: “Efectos de un programa combinado de ejercicios de fuerza y aeróbicos de alta intensidad en pacientes supervivientes al cáncer de mama”, elaborado por Fernández, los resultados mostraron que el ejercicio aeróbico de alta intensidad combinado con un entrenamiento de fuerza, tres veces por semana, durante 60 minutos, más de 22 semanas, tiene un efecto positivo en la calidad de vida, función cardiopulmonar, función muscular y los niveles plasmáticos en personas supervivientes al cáncer de mama que han sufrido cirugía y tratamientos de radioterapia, quimioterapia y terapia hormonal.
En su investigación, Fernández expresó que las pacientes sometidas a mastectomía a menudo presentan asimetría funcional en la demostración de la dinámica de los grupos musculares que actúan sobre el hombro y el codo, en el lado de la fuerza máxima afectada.
Destacó que el entrenamiento físico en las mujeres tratadas por cáncer de mama produce una mejora significativa de la calidad de vida percibida, si se mide con instrumentos para evaluar a la población general y con los desarrollados para medir las afectadas por el cáncer de mama. Estas mejoras se observan también en los elementos que exploran tanto los factores físicos como los psicológicos.
Estudios futuros
El especialista comentó que para comprender los efectos de la actividad física sobre el cáncer de mama se han realizado una serie de estudios con modelos animales y biomarcadores, con el fin de validar hipótesis sobre las posibles vías y mecanismos biológicos de acción de la actividad física y la importancia que tienen la intensidad, duración, frecuencia y tiempo de exposición en estos mecanismos.
Agregó que estudios posteriores deberán determinar la relación dosis-respuesta, por lo que se presume que la actividad física sí tiene una influencia sobre los posibles mecanismos biológicos que operan el desarrollo del cáncer de mama como el balance energético, el entorno hormonal, el sistema inmunitario, la reparación del ADN, pero esta influencia está determinada por la intensidad, la duración, la frecuencia y tipo de ejercicio.
Subrayó que a pesar de esta evidencia científica la relación entre actividad física y cáncer de mama es compleja y no se han podido establecer claramente los mecanismos de acción biológicos del ejercicio físico sobre el cáncer de mama.