De las aulas al bosque
Gerardo Zamora Bolaños / CAMPUS gzamorab@una.cr
Abandonar la comodidad del aula para insertarse en la belleza del Refugio Nacional Gandoca-Manzanillo, en Limón. Pero no sólo eso. Idear formas creativas para que más visitantes disfruten de este tesoro natural. Con ese objetivo, estudiantes de la Escuela de Informática de la Universidad Nacional (UNA), específicamente del curso Inglés Integrado para otras Carreras, y de la Universidad alemana FH Münster, en el marco del programa CALA, desarrollaron recientemente un proyecto conjunto.
“La idea era promover el turismo sostenible y la economía en esa región del país, proteger el medio ambiente, generar encuentros con la población indígena, y sobre todo reactivar un destino que, pese a su exuberancia en playas y montaña, pocos turistas conocen. En el fondo lo que pretendíamos era diseñar y poner en práctica un plan de negocios, que no se quedara en el aula y que más bien se centrara en la comunicación intercultural, y este proyecto con la comunidad de Gandoca tiene este potencial”, explica Aurora Gómez, académica de la Escuela de Literatura y Lenguas de la UNA.
Los estudiantes diseñaron nueve diferentes ideas que toman en cuenta aspectos ambientales, sociales y económicos de la sostenibilidad. Las propuestas de los estudiantes fomentan una estancia auténtica y variada en el Caribe, que incluyen contacto con la población indígena a través de actividades tales como clases de cocina o introducciones a los oficios tradicionales.
Para la ejecución del proyecto, la comunicación entre los dos grupos de estudiantes ocurrió principalmente a través de Skype y las redes sociales. “Trabajar dentro de un equipo internacional fue un desafío; los horarios tan distintos, la presentación de avances en los plazos establecidos, las variadas formas de trabajo, las diferencias culturales entre los estudiantes alemanes y costarricenses, todo esto nos enseñó a adaptarnos unos a otros”, añadió Melina Schlachter, estudiante alemana.
Los impulsores de la iniciativa reconocen que el aprendizaje ocurrió en dos vías: “con esto ganaron las comunidades vecinas al Refugio Gandoca-Manzanillo, a las que les quedan una serie de experiencias para potenciar el turismo, y a los estudiantes y académicos nos queda una enriquecedora vivencia, en la que, por un lado, aprendemos a trabajar con equipos internacionales y, en segundo lugar, tenemos la oportunidad de conocer una cultura completamente diferente", añade Jennifer Burkart, otra de las académicas coordinadoras del proyecto.
Gandoca Manzanillo: un caso singularDesignada como área protegida el 29 de octubre de 1985, Gandoca-Manzanillo es un Refugio Nacional de Vida Silvestre mixto (estatal y privado), donde la combinación de paisajes de tierra, playa y mar, sumada a la cultura local, hace del sitio un lugar muy atractivo para el visitante. La conservación y manejo sostenible de estos ecosistemas, se lleva a cabo en forma paralela con la participación de las comunidades, donde se protege el hábitat de especies amenazadas como el manatí y las tortugas marinas. El Refugio se ubica al sureste de la costa Caribe, entre la desembocadura del río Cocles y el río Sixaola, en la provincia de Limón, cantón de Talamanca, distrito de Sixaola. Sus ecosistemas más importantes son sus playas de arena amarilla y los humedales: pantanos, lagunas, bosques anegados, arrecifes, lechos de plantas fanerógamas marinas y algas. El área posee una gran diversidad de hábitats terrestres con parches de bosques primarios y con numerosos hábitats dulceacuíferos y marinos, que incluyen el arrecife de coral que se conserva en mejores condiciones en la costa atlántica. El bosque primario que queda en esta área es de valor único, por la pequeña superficie relativa cubierta por esta zona de vida de las tierras bajas de la costa atlántica. Este Refugio, declarado como sitio “de importancia internacional especial” por el Convenio Relativo a los Humedales (RAMSAR), es también de gran atractivo científico. Fuente: MINAE. |