Poesía liberadora

Silvia Monturiol F. / CAMPUS
smonturi@una.cr

Hombres y mujeres privados de libertad expusieron su experiencia liberadora a través de la poesía, durante la mesa redonda Escribir en cárcel, donde participó como moderador Guillermo Acuña, escritor y académico de la UNA.

Personas privados de libertad de los Centros de Atención Integral La Reforma, Vilma Curling (antiguo Buen Pastor) y Sandoval, en Limón, quienes asisten al “Laboratorio de la Creatividad”—coordinado por el académico Daniel Matul, del Instituto de Estudios Latinoamericanos (Idela)—participaron en el Primer Foro Nacional Escribir en la Cárcel: Pedagogía, transformación y libertad, realizado el 19 y 20 de julio pasado, en el auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional (UNA).

Fundamentado en estos tres pilares—pedagogía, transformación y libertad—el Laboratorio de la Creatividad es mucho más que un taller de poesía en la cárcel; se trata, más bien, de un proceso de educación emancipadora, que permite a las personas retomar el control de sus decisiones de vida y aprender a vivir en paz y en libertad, manifestó Matul.

Como ilustración, una de las poetas privadas de libertad participantes en la mesa redonda Escribir en la cárcel: experiencias de vida, comentó: “Para mí la poesía ha sido la manera más abierta para expresar lo que yo siento, lo que yo vivo, o lo que viví en la infancia… Con la poesía aprendí a ser libre de todo aquello que yo guardaba por dentro”.

La poesía también se convierte en libertad dentro del encierro, en la medida en que les permite echar fuera las fuertes emociones con las que conviven en prisión, como lo muestra con sus palabras, otra de esas personas poetas surgidas de entre las rejas: “Muros obscuros, barrotes herrumbrados, horcones toscos, pasillos llenos, veneno, lágrimas, heridas sin almas, golpes sin puños, mentes enfermas, chocando con la paciencia, humanidad, por burdos… ¿Cómo pintar de colores tanto horror? Ni un Miguelangelo, ni un Picasso, podrían poner a esto color. El infierno no tiene color”.

Y es que, como afirmó Norman Solórzano, vicerrector de Docencia de la UNA, al dirigirse a estos poetas, durante el recital que marcó el cierre del Primer Foro Nacional Escribir en la Cárcel, “a ustedes no los define estar privados de libertad, sino lo que ustedes empiezan a construir a través de la palabra: poder captar el tiempo y decir quién soy”.

Así lo entienden hoy autoridades del sistema penitenciario. Marvin Calvo, director del Área Educativa del CAI La Reforma, reconoció que hay mucho que aprender del Laboratorio de la Creatividad. “Nos estamos dando cuenta que primero tenemos que entender el entorno, que aprender de las personas privadas de libertad, porque es la única manera de ir construyendo un modelo que permita su reinserción a la sociedad”.

Participantes del “Laboratorio de la Creatividad” también alzaron su voz, a través de la poesía, durante recitales realizados 25, 26 y 27 de agosto, en la Feria Internacional del Libro Costa Rica 2017.

Y el proyecto va más allá. Actualmente se trabaja con artistas como Guadalupe Urbina y Adrián Goizueta, entre otros, para plasmar en un disco creaciones de estos poetas privados de libertad, material musical que se presentará al público próximamente. ,imamente. ntará al público proótar de libertad, material musical que se estarplaspen ed