Incumplimiento de promesas reduce capacidad de autocontrol en preescolares

El tiempo de espera por una mayor recompensa en la prueba denominada “tarea del masmelo”, se reduce a la mitad en niños preescolares a quienes se les incumple una promesa, según investigación desarrollada por el Ineina.

Silvia Monturiol F. /CAMPUS
smonturi@una.cr



A partir del paradigma del masmelo o de la golosina, el Ineina realiza una investigación experimental que muestra la influencia del entorno social en la capacidad de autocontrol en preescolares. (Foto con fines ilustrativos, tomada de Flickr)

Analizar la influencia de un entorno confiable en la capacidad de niños en edad preescolar de esperar o no por la obtención de una recompensa mayor en el experimento denominado “tarea del masmelo o la golosina”, es el objetivo de la investigación experimental “Autocontrol y fiabilidad del contexto social en preescolares”, desarrollada por los académicos Pablo Chaverri y Luis Alonso Arrieta, del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia de la Universidad Nacional (Ineina-UNA).

En el estudio—actualmente en proceso—participan 100 niños y niñas en edad preescolar, en virtud de un convenio con la Escuela Laboratorio en San Rafael de Heredia, con el debido consentimiento informado de sus padres, el asentimiento de los propios menores y siguiendo las reglas de la investigación ética.

La prueba del masmelo—cuyo objetivo es medir la capacidad de autocontrol del niño consiste en que el preescolar escoja entre dos opciones: comerse inmediatamente el masmelo que tiene enfrente, o esperar mientras el experimentador regresa, para comerse dos. En investigaciones internacionales, el promedio de espera de los menores en este experimento ronda los seis minutos.

No obstante, los datos cambian significativamente al introducir una manipulación de la situación, haciéndola ya sea confiable o no confiable, tomando como referencia la investigación realizada por los científicos Kidd, Palmeri y Aslin (2013).

De esta forma, mientras que a un grupo de menores se les aplica la prueba del masmelo tras habérsele cumplido la promesa de darle mejores materiales para hacer un dibujo en una tarea previa, otro grupo participó en la misma prueba inmediatamente después de que se le incumplió esa promesa.

El resultado obtenido fue que los preescolares a quienes se les incumple la promesa, bajan su promedio de espera a cerca de la mitad (tres minutos); mientras tanto, aquellos a los que sí se les cumple, duplican el tiempo de espera a cerca de 12 minutos, “un lapso enorme para un chico de apenas cinco años”, destacó Pablo Chaverri, académico del Ineina.

Entorno crucial

En opinión del especialista, el hecho de que baje tanto el tiempo de espera cuando se les incumple una promesa refleja que los niños analizan la situación y comprenden que no pueden confiar en esa persona y en consecuencia deciden que “más vale masmelo en la boca, que dos volando”.

El niño que, frente a una persona que no le cumple sus promesas, se come el masmelo, no está cometiendo un error; está mostrando un comportamiento inteligente porque podríamos interpretar que sabe que esa persona ya le incumplió su promesa”, insistió.

Estos resultados—añadió—ponen en evidencia que no solamente la capacidad individual, sino también el contexto puede influir en que la persona aprenda o no a esperar para obtener mayores recompensas en el tiempo.

Chaverri llama la atención sobre lo que estas evidencias pueden implicar en el caso de niños que viven en pobreza, quienes reciben promesas de su entorno que nunca se cumplen, e incluso saben que la comida que más vale es la que tienen en su boca y no la que les prometen. “Esos niños están aprendiendo a no esperar, pero no es porque sean menos capaces o porque no puedan regularse, sino porque el entorno en el que viven les está enseñando que ese es el comportamiento más apropiado para sobrevivir”, subraya.

Para el investigador del Ineina, un país como Costa Rica, donde cerca de uno de cada tres niños está en situación de pobreza, prácticamente está hipotecando su presente y su futuro porquecompromete las capacidades de esas personas de regular su propio comportamiento, al no ofrecerles un entorno confiable; es decir, una sociedad que pueda cumplir sus expectativas.

Y es que el autocontrol es considerado como una habilidad humana muy importante para tener éxito en la vida; de hecho, varios autores destacan que en cualquier proyecto que se emprenda, es necesario postergar recompensas inmediatas para obtener otras mayores posteriormente.

Varias investigaciones así lo confirman. Estudios basados en el paradigma del masmelo—lideradas inicialmente por Walter Mitchell—contemplaron indagaciones sobre la vida de los participantes décadas después de haber participado en esta prueba, cuando ya eran adultos, y se encontró que aquellos niños que logran esperarse más obtienen mejores resultados educativos, tienen mayor escolaridad, obtienen mejores resultados socioeconómicos y tienen menos problemas de inestabilidad familiar, consumo de drogas y otros a nivel personal y familiar.

Esto sugiere que aquellos chicos que a la edad preescolar muestren una capacidad de autorregulación, es posible que logren mantenerla a largo plazo, a menos que sucediere algo abrupto en sus condiciones de vida, manifestó el investigador.

Una de las grandes lecciones que deja este nuevo enfoque sobre la clásica prueba del masmelo es que los resultados deben entenderse dentro del contexto social en que ocurren y no fuera de este, agregó.

En su criterio, hay un mensaje claro en el plano de las políticas públicas, que tiene que ver con la necesidad de una mayor inversión en la primera infancia porque lo que ocurra en los primeros 6 o 7 años de vida tiene un efecto muy importante a largo plazo. Precisamente esta investigación experimental del Ineina se desarrolla con niños que están en su primera infancia (5 años en promedio).

En una segunda etapa de la investigación, se pretende realizar la prueba experimental con la participación de niños y niñas de un centro educativo preescolar privado de mensualidad elevada y de otro ubicado en una comunidad de escasos recursos económicos, con el propósito de analizar la influencia del nivel socioeconómico del niño en su desempeño en términos de la capacidad de espera.

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    Agosto 2018 - Año XXXI N° 300

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