La política migratoria de EE.UU: entre mitos y contradicciones

Marleny Ramírez
marramirez520@gmail.com

La política migratoria reciente de Estados Unidos ha sido un tema relevante especialmente para México y los países de Centroamérica, dado el impacto económico y social que ha tenido.

Cuando Donald Trump fue elegido como presidente de los Estados Unidos, en el año 2016, se esperaba que sus objetivos políticos fueran diferentes a los de su predecesor, Barack Obama. En materia de política migratoria ciertamente se preveía un cambio, pero quizá no al extremo que se ha dado, considerando que el sistema de inmigración durante la era de Obama ya era imperfecto y arrastraba algunos defectos.

Lo que estamos viendo hoy—coinciden varios críticos—es una continuación de un sistema defectuoso, aunado a una política que ha agravado la situación. El aumento de familias y niños que llegan a la frontera de México-EEUU—añaden—corresponde a la violencia, irrespeto a los derechos humanos e instabilidad política que afecta a varios países como Nicaragua, Honduras, Guatemala, y El Salvador. La cantidad de solicitudes de asilo de centroamericanos está en aumento ante la oleada de violencia que sufren los países del triángulo norte de Centroamérica.

Con tal panorama el gran desafío para el gobierno es qué hacer con la afluencia de inmigrantes en los Estados Unidos. Ya existe un proceso que se ocupa de atender los casos de personas que buscan asilo; sin embargo, es sabido que resulta imposible conceder la ciudadanía y la entrada legal a cada persona que lo solicita. Mientras tanto, dos interrogantes siguen en pie: ¿cuáles son los efectos en las sociedades centroamericana que traerán los cambios en la política migratoria estadounidense? y ¿cómo afronta los Estados Unidos, de una manera efectiva, el aumento de los migrantes, sin violentar la ética, la moral y la justicia?

Migración en aumento

Según el Informe Estado de la Región, el aumento de los migrantes centroamericanos a los Estados Unidos pasó de 1 millón de personas, en 1990, a 3 millones en 2017. Este incremento fue el que volvió tan estrictas las medidas de migración que ha tomado el país, como inciertas las condiciones socioeconómicas de dichos migrantes.

La situación también pone en peligro a las economías de varios países centroamericanos. Sabido es que las remasas enviadas por inmigrantes que ya residen en los Estados Unidos son la fuente principal de ingresos para muchas familias que viven en El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua.

Mientras tanto, se siguen multiplicando los mitos y prejuicios contra una población bastante vulnerable. Un argumento recurrente de quienes apoyan la política de Trump es que las personas que emigran de países latinoamericanos a los Estados Unidos les quitan el trabajo a sus habitantes nativos. Esta idea no solo crea una imagen negativa del inmigrante, sino que refuerza y perpetúa el odio contra ellos, por más que se haya demostrado que no exista validez para esta creencia.

Otro mito bastante arraigado es que los inmigrantes constituyen un peso para el gobierno y esto perjudica la economía estadounidense, en vez de ayudarla. No obstante, la realidad es que los inmigrantes indocumentados no son elegibles para los beneficios federales. Muchos tienen la idea equivocada de que los inmigrantes indocumentados se aprovechan de beneficios como cupones de alimentos, asistencia social o asistencia médica (Medicare). Esta falacia también sigue reforzando la imagen negativa de los inmigrantes.

Tampoco es cierto que los inmigrantes evadan el pago de impuestos. Según el Centro Inmigrante de Berkshire, el típico inmigrante paga aproximadamente $80 000 más en impuestos de lo que recibirá en beneficios durante sus vidas. De la misma forma, los inmigrantes indocumentados también pagan impuestos estatales o federales al utilizar un número de identificación emitido por el Servicio de Impuestos Internos. La gran contradicción aquí es que mientras a los inmigrantes se les da una reputación negativa, más bien están siendo productivos y beneficiando a la sociedad estadounidense.

Tiempos difíciles

El problema migratorio va mas allá de simplemente devolver gente desde la frontera, pues se extiende al estatus de protección de las personas que ya están viviendo en los Estados Unidos. Bajo la administración de Trump, el estatus de protección temporal de algunos migrantes ha sido revocado. Según el Centro de Investigaciones Pew, se le ha quitado el estatus de protección a unos 195 000 salvadoreños y 2 500 nicaragüenses. También existe el riesgo de que aproximadamente 50 000 Hondureños puedan perder esta condición. Por lo tanto, este es el momento más difícil para que la gran cantidad de inmigrantes intentando completar el proceso los inmigrantes traten de obtener el estatus legal en los Estados Unidos.

Lo anterior tendrá efectos en el resto de países centroamericanos. Es probable que la política migratoria mas estricta de los Estados Unidos, repercuta en un aumento en la migración hacia otros países centroamericanos mas cercanos, como Costa Rica y Panamá. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Costa Rica, los nicaragüenses constituyen aproximadamente el 75% de los inmigrantes, representan 7% del total de la población y se prevé que en esta nueva coyuntura haya un aumento de migrantes nicaragüenses en Costa Rica. Esta situación, evidentemente, no es nueva en Costa Rica; sin embargo, plantea nuevos retos a su propia política migratoria.

624
  • CAMPUS Digital

    Agosto 2018 - Año XXXI N° 300

    Oficina de Comunicación, Universidad Nacional. Apartado 86-3000, Heredia - Costa Rica. Teléfonos (506) 2237-5929 y 2277-3224, FAX: (506) 2237-5929. Correo electrónico: campus@una.ac.cr Edición digital: www.campus.una.ac.cr

  • Directora: Maribelle Quirós Jara.
    Editor: Víctor J. Barrantes C.
    Periodistas: Víctor J. Barrantes C., Gerardo Zamora Bolaños, Silvia Monturiol Fernández, Johnny Núnez Zúñiga, Laura Ortiz Cubero, Maribelle Quirós Jara,
    Asistente editorial:
    Andrea Hernández Bolaños y Ana Lucía Vargas.
    Diseño de página: José Luis Sánchez Pino josesanchez@engineer.com

  • © Prohibido reproducir, transmitir o distribuir parcial o totalmente los artículos, fotografías, diseño o cualquier otro elemento del contenido que aparece en CAMPUS Digital. Si desea hacerlo enviénos su solicitud a campus@una.cr