La unión aduanera en Centroamérica
Andrea Arce, Natalia Chacón y Ana Victoria Zamora
La integración económica es una aspiración de política regional en la región centroamericana, ella se divide en cinco etapas, estas son: área o zona de libre comercio, unión aduanera, mercado común, unión económica e integración económica total. La región centroamericana ha intentado avanzar en dicha aspiración pero han existido tropiezos que lo han mermado a través de los años. El Sistema de Integración Centroamericana (SICA) es el ente encargado de ello. Este tiene su sede en la Ciudad de Guatemala y actualmente sus Estados parte son Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
En la actualidad, solamente tres países de los suscritos en el SICA se encuentran en la segunda etapa de la integración económica. Estos son Guatemala y Honduras y recientemente se unió El Salvador. Una unión aduanera debe de cumplir con ciertos requisitos para funcionar como tal, uno de ellos es la eliminación de las tarifas que restringen el comercio. Esto conlleva esfuerzos de los países participantes para llevarlo a la práctica. Además de lo anteriormente mencionado, dicha unión aduanera permite el tránsito de nacionales de los países participantes solamente con el documento de identidad. Lo anterior, difiere con los otros países de la región en donde es necesario portar el pasaporte.
¿Los restantes miembros del SICA siendo parte de la unión aduanera?
Los ánimos en la región actualmente no son los mejores. Nicaragua ha mostrado gran interés en el proceso de ingreso a la unión aduanera. Sin embargo, sus actuales problemas políticos lo han mantenido al margen. Además, los países miembros de la unión aduanera no pasan por su mejor momento, Guatemala con grandes problemas políticos y de corrupción. Honduras con la salida de habitantes en la conocida popularmente como la caravana de migrantes. Los problemas políticos de la región son un aspecto clave en la entrada de los demás miembros del SICA.
El verdadero interés de algunos países de la región como Costa Rica y Panamá no se ha visto claramente reflejado. El ingreso de estos países parece lejano. Ejemplo de ello, son las declaraciones del ex viceministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Jhon Fonseca, el cual opina al respecto que de llevarse a cabo una unión aduanera esta debe de ser con tecnología de primera generación y que no sacrifique elementos de seguridad de los Estados (La prensa, 5 setiembre 2017). Es decir, que hasta que no existan más avances, agendas más claras, entre otros aspectos, la posición de entrada de Costa Rica no va a cambiar. Por otro lado, Silvia Araya (autora de la tesis La política aduanera comunitaria en el proceso de integración económica centroamericana: una propuesta de cooperación internacional para la consolidación de la Unión Aduanera Centroamericana) considera que la política de la unión aduanera centroamericana ha estado plagada de altos y bajos además de que ha sido inestable históricamente.
A pesar de lo mencionado anteriormente el peso de la unión aduanera, con los tres países miembros es bastante grande, esto se puede ver reflejado en los datos que aporta Carlos Domínguez (La integración en Centroamérica, 2017-2018: coyuntura y escenarios prospectivos) en los que dicha unión representa un 60% de la economía, 57% del territorio y 70% de la población de Centroamérica. Además, no es un secreto que la integración para países pequeños como los centroamericanos es una oportunidad de crecimiento hacia el mundo en materia comercial en el presente caso. Sin embargo, consideramos que por el momento parece lejano la entrada de más Estados miembros del SICA, principalmente por los problemas que están enfrentando los países miembros de la unión en la actualidad, lo cual es un desestabilizador no solo político, sino también comercial.