Práctica profesional supervisada
De la universidad a la sociedad
Johnny Nuñez/Campus
jnunez@una.cr
La carrera de Administración del Campus Liberia de la Universidad Nacional (UNA) se ha propuesto cambiar la forma como tradicionalmente se realizan las prácticas profesionales supervisada de los estudiantes. Para ello busca generar un valor agregado, en donde el estudiante se vincule con actividades sociales y económicas, y por ende, la academia retribuya de una forma más tangible a la sociedad parte de lo que ha recibido.
Fernando Gutiérrez, académico y coordinador de la carrera de Administración en dicho Campus, explicó que en esta ocasión, por la cantidad de estudiantes, se conformaron dos grupos de práctica profesional, donde los estudiantes aplicaron sus conocimientos académicos de cuatro años de formación en instituciones que manejan proyectos vinculados con micro empresarios.
“Es mucho el dinero invertido durante cuatro años, en una carrera con becas y otras facilidades, como para que el estudiante culmine 350 de horas de su vida académica entregando tiquetes o archivando papeles en un banco; más bien, se busca que apliquen los conocimientos adquiridos y que sea la sociedad que nos evalúe dentro del proceso de medición de calidad de la enseñanza”, subrayó.
Diálogo de saberes
Sandra Lezcano, una de las académicas encargadas de la práctica profesional, resaltó que este modelo obedeció a una decisión del Campus Liberia donde se valoró cómo vincular a los estudiantes con organizaciones sociales que propicien desarrollo regional y tengan necesidades.
La académica expresó que la organización social sabe lo que quiere pero no tiene claro el cómo hacerlo. De ahí que el practicante escucha y debe procurar un diálogo de saberes entre lo aprendido en las aulas y el conocimiento.
Un valor agregado para el estudiante es conocer más la realidad de la región, y pueda percatarse del costo que representa para el campesino cultivar determinados productos.
Del aula a la empresa
Meisy Arias e Isaac Vargas son dos de los estudiantes, que tuvieron ocasión de apoyar a la Asociación Cámara de Desarrollo del Comercio y Turismo de la Cruz (Ascatur), en la frontera norte, que se esfuerza por activar la zona para mejorar los índices de pobreza y desempleo en ese cantón de Guanacaste, con la generación de encadenamiento local, tanto individual como colectivo.
Arias, estudiante de cuarto año, comentó que la experiencia fue completa e integral pues les permitió contribuir con la solución a uno de los problema que afronta la región. Participó en el diseño de un plan estratégico para activar y fortalecer la consolidación y el encadenamiento de emprendimientos en la Cruz.
Vargas, externó que desde el principio el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) se mostró muy satisfecho por el respaldo de la UNA, en la ejecución de las iniciativas para acompañar la Ascatur.
Ronald Guerrero, gestor de proyectos del Inder, indicó que estos estudiantes no solo cuentan con formación en la parte técnica, sino que poseen muchas de las cualidades necesarias para establecer una buena forma de trabajo con las personas involucradas en proyectos.