Febrero electoral y Código de la Niñez y Adolescencia 1998-2018
Rodolfo Vicente Salazar * rodolf.vicent.salazar@gmail.com
Cada vez que se celebra y nos pronunciamos sobre el Código que rige a las personas menores de edad y discutimos los avances y retrocesos; caemos en cuenta de la necesidad costarricense de tomar en serio ese bloque de legalidad de lujo con que cuentan las niñas, niños y adolescentes que habitan en nuestro territorio.
Esta vez coincide esta celebración con un año electoral interesante y lleno de incógnitas para cualquier bando, incertidumbre, desesperanza, temor y bastante cautela.
Dos candidatos a la Presidencia de la República que será el representante de nuestro pueblo, el que democráticamente gane las elecciones.
Llama poderosamente la atención que del total de la población nacional el 31% son personas menores de 18 años las cuales mediante instrumentos jurídicos internacionales aprobados por nuestro Ordenamiento Jurídico pasaron de objetos de protección y lastima a sujetos plenos de derechos.
No es un tema PANI, es un tema nacional; es un tema serio; es un tema que merece el respeto decidido de los políticos y yo me pregunto por qué no queremos entender que la paz empieza por los niños y las niñas; que no son el futuro que son el presente. Que la inversión que se haga en personas menores de edad es una economía futura sin precedentes.
Señores y señora candidata las y los electores queremos saber cuál es el compromiso y propuestas viables para el cumplimiento de derechos de las niñas niños y adolescentes.
Esperamos sus respuestas.
Un país que no respeta ni lucha por su población menor de edad es un país que va rumbo al despenadero, es claro que la ruta esta trazada por la Convención sobre los Derechos del Nino y la Nina acogida para las necesidades de nuestro país a través del Código de Niñez y Adolescencia que precisamente este febrero cumplió 20 años de vigencia.
No es posible que no hayamos podido desterrar la Doctrina de la Situación Irregular y que sigamos criminalizando la pobreza.
No podemos seguir actuando con esta población menor de edad por ocurrencia existiendo tantísima prueba científica y estudios profundos para tomar acciones basadas en evidencia.
Este 31% no irá a la urnas electorales sin embargo el sector adulto y con derecho a voto debe pensar en este porcentaje de la población a los cuales les hemos negado participación, derechos y ejercicio de ciudadanía.
Como dijo el educador brasileño Edson Seda: No es que la democracia es buena para los niños y las niñas, es que los niños y las niñas son buenos para la democracia
* Académico Ineina-UNA