Compromiso con la equidad

Silvia Monturio F. / CAMPUS
smonturi@una.cr

En concordancia con su misión de “Universidad Necesaria, la Universidad Nacional (UNA) –desde su fundación hace 45 años- ha implementado acciones orientadas a favorecer el acceso y la permanencia en la educación superior de jóvenes provenientes de los sectores más vulnerables.

En esta dirección, desde 2009 la UNA aplica un Sistema de Admisión Integral por estratos, que ofrece las condiciones necesarias para garantizar el principio de equidad e igualdad de oportunidades en el ingreso a la educación universitaria.

Es así como año con año ha venido aumentando el porcentaje de estudiantes matriculados provienen de zonas rurales: mientras que en 2009 el ingreso de estudiantes de zonas urbanas era de 81,8% y de rurales de 15,7%, en 2016 los porcentajes fueron de 72,6% y 27,4%, respectivamente.

Asimismo, se muestra un incremento en la participación de estudiantes que residen en distritos cuyo Índice de Desarrollo Social (IDS) es muy bajo y bajo, en comparación con los que habitan en distritos con índices altos. De esta forma, mientras que en 2007, los estudiantes que residían en distritos de IDS bajo o muy bajo era de 21,4%; en distritos con IDS medio 42,2% y en distritos con IDS alto el 36,4%; al 2016, estas cifras representan 30,7%, 45,1% y 24,2% respectivamente.

Además, se incrementó el ingreso de estudiantes de colegios indígenas, pasando de 4 estudiantes en 2011, a 22 en 2016 , para un total de 80 estudiantes en ese periodo.

Becas y mucho más…

Paralelamente, el sistema de becas de la UNA tiene una cobertura general del 50% de la población estudiantil y de cerca del 80% en las sedes regionales.

Las becas por condición económica -que representan el 60% de las otorgadas por la UNA- consisten en la exoneración total o parcial del pago del costo de los créditos, determinado con base en la situación socioeconómica del estudiante. Quienes califiquen para obtener la categoría de beca 10 –o sea exoneración total- podrán optar, adicionalmente, por la Beca Luis Felipe González o la Beca Omar Dengo. La primera consiste en un aporte económico mensual durante el ciclo lectivo, mientras que en el caso de la segunda, al estipendio se suma la oportunidad de ubicarse en una residencia estudiantil, cuando proviene de zonas alejadas del país.

La cobertura se logra gracias a la inversión histórica en el Fondo de Becas y el compromiso institucional para su fortalecimiento y sostenibilidad. En 2017, el presupuesto asignado para becas y beneficios estudiantiles fue de ¢7.902, 20 millones.

Garantizar la permanencia

Paralelamente, desde el pasado 31 de agosto de 2017 se asignó un monto adicional en la beca a 934 estudiantes, procedentes de familias costarricenses en mayor desventaja socioeconómica reciben, con el propósito de garantizar su permanencia en la educación superior. El monto adicional asignado es de ¢96 millones, con lo cuales se cubrió el período de agosto a noviembre de 2017, y se previó una reserva de alrededor de ¢300 millones para cubrir esta iniciativa en 2018.

Para obtener esta ayuda complementaria, que va de ¢6 mil a ¢48 mil, dependiendo de las condiciones económicas familiares, los estudiantes deben cumplir con criterios como: bajos ingresos familiares, procedencia de colegio público, ocupación de los padres diferente del nivel técnico o profesional e inexistencia de bienes adicionales a la vivienda, entre otras.

Este aporte se suma al monto correspondiente a la ayuda económica mensual que se otorga, en el segundo ciclo de 2017, a los estudiantes beneficiados con las becas Luis Felipe González—que actualmente oscila entre ¢60.332.30 y ¢130.528.40, según zona de procedencia—y Omar Dengo—alojados en residencias estudiantiles—que es de ¢91.515.09.

La ayuda monetaria adicional para la equidad cubre a estudiantes beneficiados con las becas por condición económica Omar Dengo y Luis Felipe González, tanto en los campus de la UNA en Heredia, como en las sedes regionales, y se distribuye entre quienes más lo necesitan, de la siguiente manera: 196 en la Sede Región Brunca (Campus Pérez Zeledón y Coto), 197 en la Sede Región Chorotega (Campus Liberia y Nicoya), 413 en la Sede en Heredia (Campus Omar Dengo y Benjamín Núñez), 30 en la Sede Interuniversitaria de Alajuela y 98 en el Campus Sarapiquí, para un total de 934 jóvenes beneficiados.

Las residencias estudiantiles también contribuyen a garantizar la permanencia de los jóvenes de zonas vulnerables en la UNA. Con una inversión de ¢13.363.990 millones, para 2018 los campus universitarios ubicados en Pérez Zeledón, Liberia, Nicoya y Sarapiquí, contarán con nuevas residencias estudiantiles para albergar un aproximado de 208 estudiantes.