¿En qué usamos nuestro tiempo?

Gerardo Zamora Bolaños / CAMPUS
gzamorab@una.cr

¿Es usted de los que ve televisión en sus ratos libres? ¿Cuántas horas diarias dedica a las labores del hogar? ¿Quién estudia con sus hijos en casa? ¿Él o ella hace las compras? Estas y otras interrogantes fueron despejadas en la más reciente Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2017, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) y el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la Universidad Nacional (UNA) y dada a conocer el pasado 22 de marzo.

El estudio abarcó 4 560 viviendas, unas 11 400 personas de todo el país que fueron encuestadas entre octubre y noviembre del 2017. Su lema para esta edición “Visibilizando las brechas en el uso del tiempo de mujeres y hombres en Costa Rica”, ya nos arroja algunas pistas.

Manos a la obra en el hogar

¿Cuánto dedica usted al trabajo doméstico no remunerado? El estudio encontró que alrededor del 98 % de las personas de 12 años y más realizan al menos una actividad de esta naturaleza a la semana, pero existe diferencia en la cantidad de horas que mujeres y hombres destinan: ellas dedican casi 36 horas por semana, entretanto los hombres poco más de 13. “Muchas veces creemos que las cosas han cambiado pero esta encuesta nos demuestra que no es así; las mujeres nos incorporamos más al mercado laboral, pero eso no quiere decir que los hombres estén compartiendo el trabajo doméstico”, subrayó Irma Sandoval, investigadora del Idespo.

De las actividades de trabajo doméstico no remunerado, la preparación y servicio de alimentos es a la que las mujeres le dedican más tiempo, con casi 14 horas a la semana y una participación del 95,4 %; mientras que los hombres solo dedican 3 horas y 50 minutos por semana, con una participación del 72,3%; es decir, las mujeres trabajan casi 4 veces más que los hombres en esta labor. “Debemos lograr un salto cualitativo con las nuevas generaciones, trabajando masculinidades positivas: seguimos comiendo porque la niña ayudó a la mamá a hacer el trabajo doméstico, y por que el chico lo que hizo fue estar con el papá arreglando el vehículo. Es una llamada de atención en el sentido de cómo contribuir para que cuando nos levantamos de la mesa, la chica no sea la que vaya a lavar los trastos, sino que también aprenda de mecánica. Esas grandes rupturas son las que hacen la trasformación hacia un mundo mucho más equilibrado”, argumentó Alejandra Mora, Ministra de la Condición de la Mujer.

La segunda actividad doméstica no remunerada en importancia es la limpieza y el mantenimiento de la vivienda, donde el panorama es similar.

De niños, compras y reparaciones

Ellas son quienes participan y emplean más tiempo en el cuido de personas menores de 12 años. “La tasa de participación en las mujeres es de 41,2 % con un tiempo social promedio de 5 horas y 24 minutos por semana, en los hombres los valores son 26,9 % de participación y el tiempo social promedio es alrededor de 2 horas. Si vemos en detalle lo relacionado con el apoyo educativo a los hijos, la diferencia es menor, ellas dedican unas 2 horas a la semana, y ellos 1 hora con 42 minutos”, comentó Freddy Araya, experto del INEC.

La situación se revierte si hablamos de reparaciones menores de la vivienda y el vehículo, pues los hombres tienen allí un mayor peso relativo en la distribución del tiempo con respecto a las mujeres, con el 85,8 % y el 14,2 %, respectivamente.

En el tema de las compras, contrario a lo que muchos podrían imaginar, las cifras son equitativas: la actividad de trabajo doméstico no remunerado que no presenta gran diferencia relativa en el tiempo dedicado por mujeres y hombres es la de las compras del hogar, ya que la distribución del tiempo es similar para ambos sexos, los hombres con el 50,7 % y las mujeres con 49,3 %.

Finalmente, en el tema de los cuidados de la salud, ellas destinan unas 4 horas y media por semana, ellos 2 horas menos.

Trabajo remunerado

Es un secreto a voces que la misma Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2017 se encargó de confirmar: los hombres poseen una mayor tasa de participación y destinan más horas semanales de tiempo social al trabajo remunerado. Su tasa de participación en el mercado es de 73,3 % y emplean alrededor de 36 horas semanales, mientras que la participación de las mujeres es el 45,2 %, con un tiempo social promedio de un poco menos de 16 horas a la semana.

Pese a esa brecha, si se suma el tiempo dedicado tanto al trabajo doméstico no remunerado como al remunerado—carga global de trabajo—las mujeres obtienen cifras más altas: casi 70 horas semanales, contra unas 63 de los hombres, siete de diferencia. En la zona rural esa brecha es cercana a las 10 horas.