Sin silencios..

La excusa del ingreso a la OCDE amenaza las universidades públicas

José Carlos Chinchilla
chinchijc@yahoo.com

Sin silencios tenemos que decir que se nos presentó una supuesta oportunidad de “igualarnos” a países desarrollados, mediante la mágica adopción que se nos haría por parte de la OCDE, si nosotros acatamos una ruta de acción, que en principio parecía complicado, pero que no afectaría nuestras formas de vida en negativo sino todo lo contrario. Y claro está,  ¿a quién no le gustaría estar sentado a la par de los ricos del mundo y parecernos en las ventajas a ellos? ¿y cómo desconfiar de una organización que en su antecedente más inmediato, permitió la reconstrucción económica  de Europa después de la Segunda Guerra Mundial?

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tiene como objetivo el crecimiento económico, del mercado y colaborar con el desarrollo. Está compuesto por 35  países; entre ellos, México y Chile de América Latina en su conjunto  dominan el 70% del mercado mundial y el 80% PNB mundial General de la OCDE, el mexicano José Ángel Gurría adelantó el condicionamiento de que el país debería entre otras: mejorar el entorno empresarial, resolver el déficit fiscal o lo que llama “sostenibilidad de las finanzas públicas” y mantener un crecimiento económico, al tiempo que se reduce el sector informal de la economía. En todo lo anterior difícilmente alguien puede estar en contra, el problema está en la letra menuda del cómo hacerlo y el quién lo paga o se sacrifica por esas metas.

En materia de educación José Ángel Gurría recomienda, “… que los recursos se canalicen a la educación y cuidado de la primera infancia para brindar a todos los niños la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial”. Nuevamente coincidimos, el problema está cuando se desprende de la OCDE que lo anterior puede significar una recalificación de los recursos destinados a la educación pública, al integrar como parte de esos recursos el presupuesto INA, Redes de cuido y otros. Sin silencio, decimos que ello sería un disminución potencial de los recursos efectivos que ha tenido la educación pública y la educación superior, máxime si se incorpora dentro del FEES a la Universidad Técnica Nacional. EL lobo con piel de oveja de la OCDE pretende exigir reducir la inversión en educación y afectar principios constitucionales a cambio de poder sentarnos en el paraíso de los países ricos.

Sin silencios, es claro que  se eligió a Carlos Alvarado, quien representaba la solidificación de un estado de derecho socialmente responsable, y por lo tanto contrario a los mecanismos que está proponiendo la OCDE para desarrollar el país e integrarlo a su Club. Yo me pregunto ¿qué nos puede enseñar Chile sobre educación; cuando los estudiantes de secundaria tienen que salir a luchar por el derecho al estudio; o México, donde la desigualdad y la selectividad de oportunidades de estudio son mucho menores que las de nuestro país?  ¡ALERTA!