Mujeres en la política costarricense: conquistas y pendientes

Marleny Ramírez para CAMPUS
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Carolina Hidalgo, presidenta Asamblea Legislativa.

Las mujeres se han enfrentado, en todo el mundo, a una amplia gama de adversidades relacionadas con sus éxitos profesionalmente, especialmente en la política. Han habido, y permanecen, barreras que impiden que las mujeres logren las mismas conquistas que los hombres alcanzan con mas facilidad. Hay una historia profundamente arraigada del sexismo, la opresión y la discriminación contra las mujeres que ha afectado la estructura de los sistemas políticos de muchos países.

 América Latina, particularmente, tiene una historia fundamentada en el machismo que se ha incrustado en la cultura de sus países. Esta opresión histórica y cultural de las mujeres ha causado una amplia brecha de género. Se han establecido varios movimientos y organizaciones dedicadas a ayudar la progresión de las mujeres en la política, economía, y sociedad. La vía para resolver el problema de representación, la desigualdad de oportunidades y de trato, y la violencia política contra las mujeres, ha sido la promulgación de ciertas políticas y leyes.

Costa Rica: historia de cuotas

Las brechas de género así como la historia de opresión y discriminación contra las mujeres están presentes global y universalmente. Los movimientos feministas y el activismo social eventualmente se desplazó hacia el activismo político, cuando las mujeres empezaron a exigir su aceptación en los ámbitos público y privado. Debido a esta persistencia, las cuotas de género se introdujeron en mucho países.

La Ley para la promoción de la igualdad social de la mujer, de 1990, inauguró el debate nacional sobre la acción afirmativa para aumentar la representación política de las mujeres. Las cuotas de género en la Asamblea Legislativa de Costa Rica se implementó por la primera en 1996. Sin embargo, la imposición inicial del 40% era muy débil, y en apariencia limitada. Aunque las cuotas fueron implementadas, su aplicación fue mínima, pues los partidos políticos satisfacían la cuota al nominar mujeres en posiciones que tenían pocas posibilidades de ganar.



Epsy Campbell, exdiputada y primera mujer afrodescendiente en ocupar la vicepresidencia de Costa Rica.

Fue evidente, esta primera etapa, que hubo falta de regulación e incumplimiento por parte de los partidos, que obligaron a realizar ajustes en esa política de cuotas. En el 1999, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) propuso y exigió nuevas políticas de cuotas. Por 2010, los principales partidos (Unidad Social Cristian y Liberación Nacional) habían reformados sus estatutos para cumplir la cuota del 40%. Y junto con este progreso, el partido emergente (Partido Acción Ciudadana) aumentó la cuota a 50%. Actualmente, las cuotas que se implementan se refieren a la reformas a ley, en 2009: todos las candidaturas para las elecciones deben cumplir con las reglas de paridad; es decir, el 50% de las candidaturas deben de ser de cada género y dos personas del mismo sexo no pueden ser incluidas en la lista de candidatos.

Los pros/logros

Si bien hay ejemplos en otros países que refieren que la políticas de paridad no siempre funciona, en Costa Rica sí ha sido efectiva, pues ha estimulado un deseo mas fuerte de la mujeres por participar en la política.

Un análisis regional de la Comisión Interamericana de Mujeres indica que la paridad aplicada a las candidaturas electores es la política que ha funcionado mejor para aumentar el número de mujeres elegidas en las clases bajas, la representación de las mujeres, así como para reducir la desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso al espacio político. La región de las Américas—establece el análisis—tiene el segundo número más alto de las mujeres parlamentarias en el mundo, con 28.1% de mujeres elegidas.

Costa Rica, en particular, ha hecho avances significativos e históricos recientemente. Hoy la Asamblea Legislativa se compone de 57 miembros, 26 de los cuales son mujeres. Adicionalmente, cinco de las seis posiciones de liderazgo de la asamblea esta ocupada por mujeres. La Presidenta de la asamblea es Carolina Hidalgo, quien también hizo historia como la primera mujer en presidir el Congreso desde 2000. Además, la actual vicepresidenta es Epsy Campbell, quien también es la primera mujer de ascendencia africana en ejercer tal cargo no sólo en Costa Rica, sino en cualquier lugar de América.

Ya es una tendencia que hoy día haya más mujeres en puestos superiores. Costa Rica también eligió a Laura Chinchilla como su primera Presidenta, en 2010. Y antes de ocupar tal cargo fue vicepresidenta de la segunda administración de Oscar Arias y fue la primer mujer que fungió como ministra de Seguridad Pública. Tales logros los alcanzó en un momento en el cual las mujeres que sostienen tales posiciones todavía se consideraban una rareza.

Estereotipos



Patricia Mora, presidenta ejecutiva del Inamu y exdiputada.

Si bien la cuotas de poder han contribuido a aumentar el número de las mujeres costarricenses en cargos públicos, el informe final de la Consultoría (Inamu- Proyecto Estado de la Nación), advierte que no se han alterado significativamente las normas sociales y los desafíos que las mujeres enfrentan en la búsqueda de roles de liderazgo.

Aún perviven en la sociedad costarricense estereotipos de género que son reforzados por el machismo de la cultura latina, como el de creer que el trabajo doméstico es responsabilidad de las mujeres y esto, a su vez, las descalifica cuando desean incursionar el ámbito de la política. De hecho, la violencia política se convirtió en otra luchas común que las mujeres debieron afrontar y políticamente creó un ambiente hostil para que no quisieran perseguir empleos en tales campos.

La socióloga Patricia Mora, presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), exdiputada y académica ampliamente involucrada en la lucha por la equidad de género, recordó, en el programa UNA Mirada, cómo debió enfrentar actitudes discriminatorias a la hora de ser convocada a una reunión parlamentaria e incluso no fue tratada como política intelectual y capaz

  Si bien hay coincidencia en que Costa Rica alcanzado logros importantes en cuanto al aumento de la presentación política de las mujeres, la lucha no se detiene aquí; quedan por superar algunos estereotipos de género que discriminan y violentan la participación de las mujeres en la política.

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    Setiembre 2018 - Año XXXI N° 301

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