Dos décadas de formación en valores humanistas

Johnny Núñez/CAMPUS
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Hace dos añosse inauguró el CHC-Campus Nicoya de la UNA, bajo la dirección del académico Luis Carlos Zúñiga.

Tras 20 años de trayectoria el Colegio Humanístico Costarricense (CHC), brinda al país una opción de estudios secundarios, con la posibilidad de que el estudiante se vincule conla Universidad Nacional (UNA). En la actualidad se cuenta con sedes, ubicadas en los Campus Coto, Nicoya, Sarapiquí y la primera, que abrió en el Campus Omar Dengo, en Heredia, en 1998.

Germán González, coordinador del CHC en la Rectoría Adjunta de la UNA, comentó que el estudiante que ingresa a la institución, a partir del cuarto año de secundaria, no solo recibe formación de alta calidad sino que se le reconocen los cursos de profundización como homólogos a los Estudios Generales que se imparten en la UNA.

Explicó que en el entorno del Ministerio de Educación Pública (MEP) los CHC se diferencian de las 12 modalidades de la educación diversificada del sistema educativo nacional, en la formación de estudiantes con vocación en las letras, la filosofía, la historia, el arte, la crítica del pensamiento y la cultura.

Destacó que el hecho más relevante, durante estos 20 años, es graduar estudiantes que han obtenido formación de alta calidad. “Esta es una iniciativa en permanente crecimiento, que mira hacia la innovación pedagógica. La tarea inmediata y el trabajo permanente que es visualizar los cuatro colegios como todo un sistema, con las mismas posibilidades, logros y alcances ”, acotó González.

Esencia y legado

A mediados de los 90, un de grupo de académicos, inspirados en los principios de la Universidad Nacional, sus propios valores y aspiraciones, elaboraron la propuesta de Normas Básicas y Reguladoras del Proceso Educativo de los Colegios Humanísticos Costarricenses, la cual fue apoyada por el entonces ministro de Educación, Eduardo Doryan.

El colegio nació en 1998 como una respuesta a la demanda de opciones educativas que enfatizaran la reflexión y formación de valores humanos fundamentales y diera respuesta a los profundos desafíos éticos del presente. Es así que se concibe como una modalidad pedagógica que coloca al ser humano, su pensamiento, su historia, su legado y su relación armónica con el mundo natural, en el centro de todo esfuerzo de conocimiento.

Esta opción está dirigida a estudiantes con vocación por las letras, la filosofía, la historia, el arte, la crítica del pensamiento, la cultura y las ciencias exactas, de una manera integral con el propósito de desarrollar la sensibilidad propia del humanismo.