La UNA y la formación profesional en el país
Cristóbal Pérez-Jerez (*) cristobal.perez.jerez@gmail.com
Vivimos momentos de angustia. La campanada del déficit fiscal pone en apuros y genera ansiedad en diversos sectores de la sociedad. Uno de los resultados es el escudriñamiento de las actividades y planes de gasto de las universidades públicas. Las universidades públicas son una de las fuentes de progreso y visión inclusiva de la sociedad, y es por eso que tenemos que exponer con datos el aporte de estas beneméritas instituciones al progreso del país.
La polémica se origina por el surgimiento de la crisis financiera internacional, en los años 2007-2008, que ha generado a continuación una prolongada recesión en los principales centros de la economía mundial, que arrastra tras de sí a todos los países del mundo.
En el caso nacional, el problema fiscal se ha convertido en una problemática sin solución, ni siquiera justificación. Ninguno de los grupos interesados en el tema encuentra una salida integral y razonable a las tres aristas del problema. El gasto se hace grande e ineficiente, los ingresos no se generan en la magnitud de los ingresos de los sectores que tienen que contribuir y el gobierno intensifica su endeudamiento para poder sobrevivir a la presión de los intereses y necesidades de todos los grupos de presión de la nación.
Es por esas razones que la universidad intensifica su actividad en la formación de profesionales en distintas ramas de la cultura humana. Hoy queremos resumir, brevemente, la tendencia de las carreras más grandes, en número de estudiantes, de la universidad. Los cuales presentamos en el siguiente gráfico.
Fuente: elaboración propia, con datos del Departamento de Registro, Universidad Nacional, 2018.
Solamente en su sede central, la UNA atendió en el 2016 a cerca de 24,500 estudiantes en distintas carreras, contribuyendo con el país en la educación de profesionales y ciudadanos con una formación profesional técnica y visión progresista.
La Escuela de Administración es la unidad que muestra una tendencia permanente al crecimiento en su demanda. Esto en razón de que el modelo de crecimiento económico demanda en forma creciente profesionales en las distintas especialidades de la administración, desde finanzas, recursos humanos, planificación estratégica hasta emprendedurismo y responsabilidad social. La Escuela pasó de tener 505 estudiantes, en el año 2000, a 2 733 en el año 2016, acercándose a los 3 000 en la actualidad.
Acorde con las necesidades de profesionales del país, las carreras que más crecen en la universidad son administración, informática, medicina veterinaria, relaciones internacionales, comercio internacional y psicología.
Con esto la universidad prepara gente dinámica y con visión de servicio social en las carreras que más demanda la sociedad, así como se prepara para hacerle frente a los nuevos retos que tiene que enfrentar la sociedad en su conjunto.
En sus planes estratégicos la universidad tiene que hacerle frente al fortalecimiento de las carreras que más demandas por la sociedad, así como enfrentar en el futuro cercano la creación de carreras nuevas y posiblemente aún desconocidas en el momento actual, pero que se presentarán a la vida nacional en cualquier momento, como resultado del cambio tecnológico y los grandes retos de la confrontación comercial entre las grandes potencias, el auge de crecimiento de la población humana y la aceleración del cambio climático.
No es con menos recursos, sino con más recursos que se fortalecerá la capacidad profesional y ciudadana de la nueva Costa Rica del siglo XXI.
(*) Académico Escuela de Administración-UNA