Sostenibilidad y eco-innovación: la ruta empresarial en el siglo XXI
Giovanni Rodríguez Sánchez (*) girosanchez@yahoo.com
Las empresas que tengan claro que la ruta por la que deben transitar en este siglo XXI pasa por el paradigma de la sostenibilidad y los procesos de eco-innovación, sin lugar a dudas generarán mayores ventajas que sus competidores, mayor competitividad y agregarán valor en la producción de bienes y/o servicios. Y aunque eso pueda sonar retórico para muchos, lo cierto del caso es que por las nuevas dinámicas en los mercados, en el funcionamiento de la economía, por las nuevas demandas de los consumidores, las presiones institucionales a través de políticas y los adelantos tecnológicos, entre otros, todos esos aspectos serán el acicate para que se den cambios incrementales y radicales en las empresas que quieran ser las que lideran este siglo.
El concepto de sostenibilidad aparece formalmente en 1987 en el Informe de Brundtland y desde entonces ha ido evolucionando hasta nuestros días, el ideal en el que se fundamenta es el equilibrio entre los aspectos sociales, económicos y ambientales. El concepto de eco-innovación es más reciente y fue acuñado por Fussler y James en 1996. En términos sencillos es una especie de innovación avanzada que trata de minimizar los impactos en el ambiente, haciendo un uso responsable de los recursos disponibles. Este proceso de eco-innovación puede ser aplicado por las empresas en la producción, en los servicios y en la gestión organizacional; es decir, que la eco-innovación es una forma de operacionalizar el paradigma de la sostenibilidad.
Costa Rica ha sido pionera de la sostenibilidad con el aprovechamiento de su biodiversidad (posee 5% de la biodiversidad mundial), el turismo y más concretamente el ecoturismo ha sido un emblema y una carta de representación mundial, por ello nos visitan alrededor de 3 millones de turistas al año. No obstante, esa ventaja no va durar para siempre y es por ello que hay que generar nuevas estrategias que nos sigan posicionando en los primeros lugares en diversos mercados. Y es ahí en donde los procesos de eco-innovación, aplicado a todos los sectores económicos, pero también en la sociedad en general es lo que nos va volver a dar una ventaja con respecto a otros competidores.
La sostenibilidad y la eco-innovación en las empresas nacionales debe ser la ruta que nos guíe en este siglo XXI, ese binomio nos puede asegurar una permanencia y competitividad en los mercados mundiales. En ese sentido, las empresas deberán construir estrategias alineadas a los procesos de sostenibilidad y eco-innovación, puesto que el diferenciador y el generador de valor en los productos y servicios se encuentra en las sinergias de ese binomio. La razón de realizar estos cambios empresariales es sencilla, los recursos de los que disponemos en el planeta son limitados, finitos, lo que demanda pensar y actuar de otra manera. Más concretamente pensar y actuar teniendo como norte la sostenibilidad y la eco-innovación.
(*) Académico Escuela de Planificación UNA y Doctorando Universidad Externado de Colombia.