Olman Segura Bonilla
Tecnologías para el conocimiento
Redacción/CAMPUScampus@una.ac.cr
Con su acostumbrada sonrisa, amabilidad y don de gentes, Olman Segura Bonilla, rector de la Universidad Nacional, se reunió con el equipo periodístico del periódico Campus para referirse a los logros de su gestión y a los retos que le esperan a la institución en los próximos cinco años. En algunos momentos melancólico y sentimental, pero generalmente tranquilo y sereno, procedió a responder con firmeza y seguridad cada una de las preguntas formuladas.
Olman Segura rindió su informe quinquenal de labores 2005-2010, en el cual se destacaron los logros y avances en las áreas de la docencia, investigación, extensión, infraestructura y tecnología, entre otras. |
Creo que me recordarán bien y con gratitud, eso espero. La Universidad es diferente hoy a como era hace cinco años y esto se debe al trabajo y liderazgo que hemos tenido desde la Rectoría. Se han marcado diferencias importantísimas como aumentar la cantidad de estudiantes matriculados, la cantidad de becas, y las oportunidades para que los y las académicas puedan estudiar dentro y fuera del país. Yo esperaría que la Universidad me recuerde como un rector que introdujo las transformaciones y el cambio, que debe permanecer y ser constante.
2. ¿Cuál es el legado personal que le deja a la Universidad Nacional?
Yo diría que el legado podría estar vinculado a una Universidad en transformación en un tiempo de revolución tecnológica. Siento que en este momento el mundo en general y por lo tanto las universidades, se enfrentan a cambios radicales en el uso de las tecnologías y su aplicación en la sociedad. Yo esperaría que estar inmersos en esa transformación, sea parte de mi legado.
3. ¿Cuáles son los tres principales logros de su gestión como Rector?
Sin titubear, yo diría que el principal logro es haber creado un nuevo campus en una zona de gran necesidad y rezago en desarrollo humano como es Sarapiquí, uno de los cantones más pobres del país y definitivamente el más pobre de Heredia y además el más grande de la provincia. Otro gran logro es aumentar la cantidad de estudiantes y de becas estudiantiles, que implica nuevas oportunidades para los muchachos y muchachas que ingresan a la UNA. Esto está vinculado a un programa nuevo que se llama Éxito Académico, con el que estamos buscando que los estudiantes permanezcan en la Universidad y se gradúen. Y el tercer gran logro es haber transformado a la Universidad en los aspectos tecnológicos, lo que quizá no se siente en lo inmediato, pero se va a sentir en el gran cambio que va a tener la UNA en el mediano plazo. Pasamos de tener cuatro megabytes de entrada por segundo a más de 100. Además tenemos la conexión de banda ancha por la Red Clara. Tenemos más de doscientas computadoras conectadas a Internet para uso exclusivo de los estudiantes y más de noventa puntos de Wi-Fi para vincularse. Hay capacidad para videoconferencias con todos los centros regionales y unidades académicas; ya no hay que hacer la videoconferencia en una sola aula, sino que se puede hacer en cualquier aula con el equipo necesario. Más que por la tecnología, más que por la herramienta y más que por la inversión de más de un millón de dólares por año, esto es importante por el impacto que va a tener, porque se va a convertir en un efecto multiplicador de aumento del conocimiento.
4. ¿Qué hubiera deseado hacer, pero no lo logró?
La Universidad sigue entrabada, tiene que simplificar más la normativa, buscar cómo poder atender con flexibilidad y rapidez las demandas que el mundo actual nos introduce. A pesar de que se hicieron esfuerzos significativos y se avanzó en la simplificación, es mucho lo que queda por hacer y creo que ayudaría mucho a cualquier gestión que continúe después de mí como Rector.
Yo estoy totalmente a favor del Congreso Universitario que estamos lanzando porque es una esperanza alrededor del tema de la simplificación de la normativa.
5. ¿Cuál fue la principal dificultad que enfrentó como Rector?
Yo quisiera apuntar tres dificultades que considero complicadas. La primera se refiera a la gran cantidad de tiempo para atender los asuntos legales, juicios y trámites ante los tribunales, asuntos que la mayoría no son lo sustantivo de la labor, o bien no han sido generados por la rectoría. La segunda dificultad es convencer al Consejo Universitario para que apruebe ciertos proyectos que uno considera son buenos para la Universidad y vitales por el impacto positivo para el país. Uno piensa que este tipo de proyectos deben aprobarse sin dilaciones, sin embargo, no siempre es así. Hay varios ejemplos, pero cito uno, como fue la creación del campus Sarapiquí, que tardó más tiempo del que se requería. Una tercera dificultad, tiende que ver con algunas personas que asumen una bandera permanente de ataque a la gestión, desmeritando el trabajo positivo que se hace. Enfatizo, creo que la crítica es importante y como funcionario público estoy abierto a la crítica y el cuestionamiento, pero también se deben reconocer los avances en los distintos campos.
6. Al término de su gestión, ¿en qué posición queda la UNA con respecto al resto de las universidades públicas?
Debemos partir de que las universidades públicas son universidades hermanas y muchas veces hemos cometido el error de compararnos unas con las otras. Ustedes me preguntan en qué posición queda la UNA, y puedo decir que queda en una posición al igual que la mejor universidad pública del país. La Universidad más reconocida por su tiempo, trayectoria ha sido la UCR, pues bien, la UNA queda en igual nivel de calidad y de servicios. La UNA, como el resto de las universidades públicas, tiene sus aspectos en los cuales queda adelante. Quedamos muy bien, se ha fortalecido la imagen ante el público costarricense y en la calificación latinoamericana quedamos dentro de las mejores posiciones. En el ranking que hizo “Internacional”, una agencia calificadora, la UNA quedó de segunda en Centroamérica y el Caribe. Los indicadores que ellos tomaron en cuenta, muchos estaban vinculados con la tecnologías. En algún momento se criticó que ni siquiera aparecíamos en los primeros 100 lugares y ahora estamos entre las mejores 30 universidades; y nadie dice nada.
7. ¿Cuáles son los principales retos de la UNA para el próximo quinquenio?
Un reto importante para la Universidad es atender la simplificación de normativa y tramitología; se ha avanzado, pero creo hay mucho más por hacer. Entonces hay que planificar, y ese es el segundo gran reto, el crecimiento de la masa salarial al mismo tiempo que el aumento de las carreras y el aumento en la infraestructura física, porque hay carreras que ya están a la puerta de entrada como es la de ingeniería en Bioprocesos que implica la compra, adquisición y desarrollo de laboratorios carísimos, o el Hidrocec, en Liberia, que significa invertir en laboratorios, pero representa también una importante cantidad de nuevos funcionarios especializados en esas áreas.
Los aumentos salariales que hicimos en los últimos cinco años son los más grandes de la historia de toda la universidad. Eso implica que este año estamos aumentando a los académicos ¢750 millones adicionales de los salarios del aumento normal y el año entrante en julio tenemos otro compromiso de ¢750 millones.
8. Al inicio de su gestión usted mencionó que apostaría hacia la internacionalización de la UNA, ¿se cumplió ese cometido?
Se cumplió en gran parte, creo que tenemos a la Universidad bien proyectada a nivel internacional. En este momento, tenemos más de 100 funcionarios académicos que están en diferentes capacitaciones de posgrado maestrías o doctorados en muchas universidades internacionales de Europa y América Latina. Dentro de la Oficina de Cooperación Técnica Internacional tenemos tres programas sin la necesidad de aumentar en gran medida la cantidad de funcionarios, sino con otro tipo de organización que nos permite atraer becas para funcionarios jóvenes como lo son las de Erasmus Mundus. Además, el fondo de fortalecimiento académico que era pequeño, de unos 10 a 20 millones de colones, ahora es de más de ¢150 millones al año, el cual nos permite traer expertos internacionales a dictar cursos, con la ventaja de que los imparten aquí y en las sedes regionales al mismo tiempo. Creo que la internacionalización se basa en atraer académicos de gran valor, enviar académicos jóvenes a tener otras experiencias, crear redes de investigación, así como de extensión a través de la Internet u otros medios.
Rector rindió informe de labores
Al rendir el informe quinquenal de labores 2005-2010, el miércoles 12 de mayo, el rector de la Universidad Nacional (UNA), Olman Segura, resaltó los logros y avances en diversas áreas, como la docencia, investigación, extensión, vida universitaria, equipo tecnológico e infraestructura.Durante su discurso, señaló que a pesar de los grandes ímpetus privatizadores de la época, la UNA aumentó su matrícula a niveles históricos; se incrementaron los montos de becas per-cápita para los estudiantes más necesitados; se mantuvo una elevada matrícula entre el segmento estudiantil proveniente de los hogares más modestos del país y se mejoró la calidad de la oferta académica. Además, se simplificaron servicios mediante normativas apropiadas, se mejoró la calidad mediante la formación permanente de académicos y administrativos, se amplió la planta física de la universidad, se impulsó la regionalización, e incluso se adquirieron los terrenos definitivos para un nuevo campus en Sarapiquí, así como el inició de las obras del nuevo edificio del campus Liberia. “No percibamos los logros de los últimos cinco años como éxitos definitivos, sino apenas como peldaños de una gran escalera todavía incompleta, y que debemos continuar construyendo para elevarnos a las alturas que nos impone la misión de nuestra universidad. Pero para construir los peldaños del futuro, necesitamos primero saber en cual nos encontramos hoy”, acotó Segura. Uno de los logros importantes fue el poner el uso de las tecnologías al alcance de la comunidad universitaria, en relación con la importancia de la conectividad, el uso del software libre, sistema de banda ancha y las videoconferencias. En el área de tecnologías, aumentó 20 veces, pasando el ancho de banda de la internet inalámbrica de 4,8 megas en el 2005 a 10 megabytes en el 2010 en distintos puntos del campus Central y las Sedes regionales. |