El tratamiento adecuado de los desechos electrónicos es vital, ya que contienen materiales tóxicos que pueden dañar la salud. Mes a mes, la sección de Mantenimiento de la Universidad Nacional (UNA) recibe, por medio del protocolo de “dar de baja”, activos institucionales que perdieron su utilidad.Monitores, cpu, impresoras, scanner, fotocopiadoras, teclados, celulares, mouse, teléfonos fijos, cables, controles, tarjetas, discos duros, discos compactos y disquetes, entre otros, se acumulaban mes a mes en una bodega ubicada en Bajo Los Molinos. Por medio del Programa UNA Campus Sostenible en conjunto con la Proveeduría Institucional, se publicó un cartel de contratación directa, con el cual se pudo hacer efectiva la venta de 5.5 toneladas de desechos de equipo electrónico, algunas de las partes de estos desechos serán reutilizadas en Costa Rica como metales y plástico, aquellas que no se puedan procesar aquí serán enviadas al extranjero para su adecuada disposición.“En la mayoría de las empresas uno tiene que pagar para que reciban los desechos, aquí fue al contrario, recibimos dinero por entregarlos, y aunque es un precio significativo, le ahorramos a la institución el costo de lo que cobraban otras empresas por brindarnos este servicio de recolección”, indicó David Benavides, coordinador del Módulo de Gestión del Programa UNA Campus Sostenible.Para Benavides, es importante mencionar la colaboración de la Sección de Mantenimiento a la hora de ceder los desechos bajo su custodia, además de resaltar la labor de los estudiantes de horas colaboración del programa, que acompañan el proceso del manejo de los desechos sólidos aprovechables de la universidad.