Crisis gubernamental no cede
Silvia Monturiol F. /CAMPUSsmonturi@una.cr
Protestas sociales con demandas sin respuestas adecuadas por parte del gobierno han caracterizado a la administración Chinchilla Miranda (Foto con fines ilustrativos). |
Reconocido –incluso por el informe Estado de la Nación- como el período de más movimientos sociales, que van desde la lucha contra el maíz transgénico y el conflicto entre taxistas y porteadores hasta protestas contra el salario único y el masivo rechazo a la concesión de la carretera San José-San Ramón, el gobierno de la presidenta Laura Chinchilla Miranda se ha caracterizado –según el analista- por el escaso análisis político de problemas complejos, lo que ha permitido que estos degeneren en “situaciones límite” como paros o toma de calles y en enfrentamiento permanente con diferentes grupos.
Aunque a un año de terminar funciones hay señales de un cambio de tono hacia el diálogo, el cual arranca con reuniones entre la presidenta de la República y los jefes de las distintas fracciones parlamentarias, lo cierto es que hasta ahora dos elementos han marcado la tónica del gobierno: silencios o pausas e indefinición de los voceros y de la Presidencia en diferentes situaciones. “Cuando uno espera que haya un pronunciamiento más claro, más oportuno, lo que uno encuentra son cortes pequeños sobre temas importantes. De hecho, en el tema de la concesión de la carretera San José-San Ramón quedó muy clara esta situación”, subrayó Carranza.
Agregó el sociólogo que también en temas como la llamada “trocha fronteriza”, que requerían un mejor trabajo debido a su relación con la ética pública, el gobierno no mostró una definición adecuada.
Igualmente pertenece a lo que Carranza llama “el círculo de las decisiones no tomadas”, la falta de definición clara del Poder Ejecutivo en la crisis que hubo en su momento entre el Poder Judicial y el Poder Legislativo.
El tema del conflicto entre porteadores y taxistas no es la excepción. En esta situación –según el analista- no hubo una decisión clara del gobierno, más bien algunas medidas a muy corto plazo sin planificación alguna.
Demandas sin respuesta
No por casualidad hay una creciente presencia de movimientos sociales diversos que presionan al estado, mientras este no muestra capacidad de respuesta, tal como destaca el investigador de la Escuela de Sociología.
Carranza considera que la falta de definición también alcanza las políticas públicas en áreas estratégicas, donde no hay una agenda clara que contemple medidas oportunas y precisas con planificación a cierto plazo.
El caso de la infraestructura, que se convirtió en un detonante de la crisis política gubernamental, es el más ilustrativo. “La infraestructura sigue siendo el tema sin resolver que va desde la platina, pasa por la trocha y llega a su auge con la concesión de la carretera San Ramón-San José”, resalta el analista.
Para Carranza, la construcción de obra posiblemente no responde a los requerimientos del país y algunas de ellas apenas se ponen al día como es el caso Liberia-Cañas y el Aeropuerto.
Agregó que el país no llega ni a una inversión de 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura, cuando requiere invertir de 2,5 a 3% del PIB en este rubro para tener un nivel aceptable en términos internacionales.
En materia de infraestructura, destacó la descoordinación existente entre el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), el COSEVI y otras instituciones relacionadas, así como la ausencia de una política rectora.
La situación en el campo agropecuario no es muy distinta. Si bien reconoce que aquí hay un grado de coordinación relativa en el Ministerio de Agricultura y Ganadería y cierta formulación de programas, Carranza subraya que hace falta una clara política global y destaca que en temas de crisis, como es el caso de la roya del café, no hay respuestas adecuadas. “Los plazos son muy amplios cuando el empresario cafetalero, independientemente de si es grande, mediano o pequeño, requiere alternativas inmediatas”.
Entre la indefinición, alguna consistencia
En medio de ambiente de indefinición en la actuación política del gobierno, Carlos Carranza percibe dos únicas áreas de consistencia: comercio exterior y seguridad.
En opinión de Carranza, el tema de comercio exterior como asunto central de gobierno es fundamental, aun cuando se podría diferir del enfoque por estar estrictamente ligado a las nuevas formas de economía y al beneficio de grupos con mucha capacidad económica.
El segundo tema en que el gobierno ha logrado un éxito relativo es en seguridad, donde –según destaca el investigador- se ha logrado bajar en algún grado el índice de criminalidad, además de que se ha implementado una política de control en ciertas partes del territorio y se ha intensificado la lucha contra el narcotráfico.
En educación, Carranza reconoce que se ha disminuido relativamente la tasa de deserción en secundaria, lo cual es un elemento positivo. No obstante, considera necesario medir la calidad de los programas de estudio, lo que es un tema todavía pendiente de definición.
En el campo de la educación también destacó como elemento positivo el hecho de haber logrado dar pasos en la implementación de las guías de educación para la sexualidad, lo que implica que el Estado logró hacer conciencia en la población sobre la importancia de este tema.
Pero en el balance, la indefinición sale ganando y el gobierno queda debiendo respuestas satisfactorias a las demandas de la población. La crisis gubernamental sigue, aún no cede.