América Latina requiere una moral tributaria
En países con recursos limitados, la población debe entender que la única forma de generar crecimiento es mediante la tributación.Johnny Núñez/CAMPUS
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Marcio Verdi, secretario Ejecutivo del CIAT, se refirió a las tendencias y desafíos actuales de las administraciones tributarias. |
En dicha actividad participaron como panelistas Álvaro Ramos, viceministro de Ingresos, Fernando Herrero, exministro de Hacienda, Manuel Zúñiga, académico de la Escuela de Economía, Gerardo Jiménez, director del CINPE, y el invitado internacional Marcio Verdi, secretario ejecutivo del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).
Verdi comentó que crear una discusión seria de reforma tributaria no es tarea fácil, ya que es todo un desafío propiciar un debate libre de intereses. “La mejor reforma tributaria es cuando pago menos. Ese es el principal problema, porque todos quieren una reforma específica para beneficiar a su sector”. Agregó que toda reforma tributaria es un proceso que no se agota como un evento, que se puede ejecutar en algunos momentos como un fuerte movimiento de cambio.
Moral y evasión
Verdi recalcó que América Latina no es ejemplo de moral tributaria; ya que este es un tema de la ciudadanía, sus valores y la aceptación social de los tributos. “Falta una real comprensión de las personas del porqué tributar; si no tenemos recursos como los países árabes que viven del petróleo, la población debe entender que la única forma de generar crecimiento es mediante la tributación.
En lo concerniente a la moral, “todos deberían tributar, porque el impuesto más injusto es la evasión y lamentablemente, nuestra sociedad quiere copiar el modelo de los evasores y no de aquellos que cumplen bien”.
Destacó que toda nación debe contemplar políticas y administración tributaria; es decir, que la política fiscal de un país será lo que sea su administración tributaria, pues si esta no está preparada para ratificar lo establecido, nada funcionará.
El secretario del CIAT apuntó que mientras no se trabaje una política de valores, una moral tributaria, y una persecución a los evasores, no existirá seriedad en la discusión. De ahí que se debe combatir la evasión de forma total y como objetivo principal del fisco. “Habitamos en una región que contempla una evasión del por lo menos el 40% y en Costa Rica, un país tan civilizado para el mundo, puedo apostar que aquí la evasión del Impuesto de Ventas Acumulado (IVA) y de la renta no está por debajo de los 30 y 40 por ciento”, detalló.
Recalcó que se deben fortalecer las administraciones tributarias, así como realizar una fuerte inversión en nuevas técnicas de control, de autocontrol y autodeclaración para así promover, desde la cultura tributaria, el uso de técnicas modernas que permitan utilizar las impresoras fiscales, la facturación electrónica, la auditoría digital y todas las formas que ayuden a controlar el IVA.
Verdi enfatizó que en América Latina cada país deberá encontrar su propia respuesta, porque no existe ningún gobierno del mundo que recaude impuestos porque quiera penalizar a su población y guardar los recursos; los impuestos se cobran para cumplir con el rol del Estado.
Reforma tributaria
Fernando Herrero, exministro de Hacienda y uno de los varios economistas que participó en estas conferencias, destacó que se plantea la importancia de realizar la reforma tributaria en el país de forma cuidadosa como parte de un proceso, en el cual se modifique el gasto, la recaudación y se mejore el sistema legal.
“Además, se enfatizó en que la reforma sea progresiva, pero a la vez se criticó que ejecutar una reforma así es algo que depende de lo distintos grupos de interés; entonces, ¿a quién se le cobrará para hacer progresivo el sistema y cómo se va a favorecer a los grupos más pobres?”, comentó Herrero.
El exministro de Hacienda insistió en cómo hacer para que alguien hable por los grupos más pobres, porque en Costa Rica estos están organizados para exigir el lado del gasto, pero no el de los impuestos. “En esta discusión nadie representa a los pobres, ni siquiera los partidos políticos que dicen hacerlo”.
Por su parte, el politólogo Alberto Salom expresó que la reforma tributaria debe realizarse de manera negociada, dado que se anhela una nación con oportunidades de educación y salud pública para todos. Destacó que en este momento al que le toca sacrificarse es al sector cúpula, porque ya desde abajo no existe cómo.
“En ese sentido, la reforma tributaria debe enfocarse en más impuestos directos y menos indirectos”. En materia del control del gasto, apuntó que el problema no es el rubro dirigido a salud y educación, sencillamente es culpa de la corrupción.
Álvaro Ramos, viceministro de Ingresos, manifestó que se debe simplificar el sistema tributario y concentrarlo más en venta (impuesto al valor agregado) y renta, la cual se pueda modernizar con algún elemento de globalización.
“Aquí lo más importante es ir eliminando exoneraciones, porque la razón de tener tantos impuestos es la cantidad de exoneraciones y eso causa que la gente que paga el impuesto pague mucho y los exonerados nada. De ahí que sería conveniente nivelar más la cancha”, agregó Ramos.