¿Qué esperar de la política comercial de la próxima administración?
M.Sc. Suyen Alonso UbietaCINPE-UNA
Las corrientes electorales marcan el inicio del 2014 para los costarricenses. La celeridad que toma en el mes de enero el proceso electoral y, sobre todo, las promesas de campaña, nos llevan a una última reflexión sobre los principales temas que retarían a la próxima administración en el plano de la política comercial.
En esta materia, el norte de nuestro país se ha enmarcado en dos ejes: a) la participación en negociaciones regionales, bilaterales y multilaterales de comercio, y b) nuestra política de atracción de IED.
Considerando estos puntos, concluimos un 2013 en el cual nuestro país presenta su plan de incorporación a la OCDE para el 2015 y logra adhesión a la Alianza del Pacífico (AP). En relación con acuerdos comerciales, en este cuatrienio Costa Rica consolida el acercamiento a Asia por medio de los TLC con Singapur y China. Además, el TLC con Perú y los respectivos acuerdos comerciales con Colombia y con la Unión Europea, estos últimos en impasse, también dan prueba de la integración económica de Costa Rica en el mundo.
En este sentido, la realidad de los últimos 10 años evidencia un país que se ha integrado más en las redes de producción mundiales, en sectores como los productos electrónicos, los dispositivos médicos, la industria automotriz, la industria aeronáutica y aeroespacial. En este sentido y según lo destaca el reciente Examen de las Políticas Comerciales de Costa Rica, presentado ante la OMC en agosto de 2013, el 38% de las exportaciones nacionales están vinculadas a las cadenas de valor; lo cual también respondió a la focalización de las políticas de IED en esos sectores.
No obstante, por casi tres décadas la plataforma de comercio exterior construida en el país denota aciertos y retos. En este aspecto, un primer punto a evaluar son las propuestas de gobierno en el abordaje de los compromisos multilaterales, teniendo especial cuidado en los nuevos compromisos adquiridos, por ejemplo, en facilitación del comercio, como en los ya contraídos: la eliminación en la fijación del precio de arroz; un tema delicado y heredado a la siguiente administración.
Un segundo punto a considerar y por demás citado, es nuestro rezago en materia de infraestructura portuaria y vial. Si bien, los doce TLC suscritos nos permiten dinamizar el comercio, estos intercambios también desnudan serias deficiencias en conectividad. Y un tercer punto que necesariamente, se debe enfocar es la mejora de la competitividad del país por medio del perfeccionamiento de las plataformas informáticas de comercio exterior que permitan agilizar y simplificar los trámites.
Independientemente del color político, los anteriores puntos dan algunas luces para revisar en los planes de gobierno su abordaje. Solo través de un voto informado podemos construir la Costa Rica que queremos.