El porqué de un proceso electoral atípico y algunas de sus lecciones
La cultura política nacional está en proceso de cambio; las viejas identidades políticas se han desdibujado y deteriorado. Nuestro pueblo cada vez es más libre y está aprendiendo a ejercer su soberanía con criterios propios.José Carlos Chinchilla Coto
Director Maestría Administración de Justicia UNA
En mi caso estaba en el canal del Estado como analista, con otras colegas y ante estos números pensé que si bien estaba entre lo posible, me resultaba algo diferente a lo que había previsto sobre el resultado.
Le pregunté entonces a los periodistas cuál era el porcentaje de abstencionismo. La respuesta fue 38,6%; dato que en mi valoración significaba que la mayoría de dichas mesas eran de “la costa”; es decir, de las provincias de Limón, Guanacaste y Puntarenas, lugares donde tradicionalmente el voto es para los partidos tradicionales y con un alto grado de abstencionismo.
En ese momento afirmamos que posiblemente esos porcentajes cambiarían hacia un crecimiento del PAC conforme las mesas de la Gran Área Metropolitana fueran incorporadas; sin embargo, no nos imaginamos que el resultado final fuera un primer lugar para el Partido Acción Ciudadana, situación que progresivamente se fue construyendo a lo largo de la noche y que, anecdóticamente, se concretó en el momento en que Johnny Araya llegaba a dar su discurso al Balcón Verde, sede del PLN.
Como sabemos, al final el PAC superó el 31%, Liberación quedó 1% debajo y el Frente Amplio obtuvo alrededor de un 17%, mientras que el Movimiento Libertario el 11%. Un resultado inesperado que nos obliga a deliberar para explicar los cambios en la política y las lecciones que el proceso electoral 2014 nos deja.
Razones
Las razones de lo ocurrido en primer lugar están relacionadas con los niveles de inconformidad e indignación que una parte mayoritaria de la población ha desarrollado a lo largo de las últimas dos administraciones, sobre todo por la ineficiencia e ineficacia de la gestión de gobierno y también por los actos de corrupción o de intentos de aprovecharse de los bienes y recursos estatales.
Íconos de esta posición han sido “la platina”, la “trocha”, las concesiones y otras acciones como uso de aviones de propietarios cuestionados.
A esto se suma los problemas de la Caja Costarricense de Seguro Social, el desempleo, la subutilización de los recursos del Estado para la política social, el endeudamiento, el déficit fiscal y muchas otras situaciones sin resolver, que van desde el transporte público hasta obras de infraestructura y atención de los problemas de pobreza.
Una segunda razón es la división a lo interno del PLN, el distanciamiento de los hermanos Arias del candidato Araya y del mismo Figueres, quienes no participaron directamente en la campaña, debilitando la fuerza potencial que tanto en organización como en atracción de votos ha tenido el partido.
Otra explicación tiene que ver con la capacidad del candidato José María Villalta para atraer a los indignados y jóvenes, que encontraron en sus propuestas y en su labor legislativa una persona que podía representar sus intereses y manifestar su protesta frente a una política cada vez más alejada de los intereses de la población.
El Frente Amplio, pero principalmente su candidato, logró altos niveles de simpatía, empatía con importantes sectores diversos de la ciudadanía en todo el país, hasta que se inició un ataque ideológico macartista propio de una guerra fría y que de alguna manera redujo al final de la jornada electoral el acopio de votos, ya que para algunos Villalta se les presentó como una opción antidemocrática y amenazante de la cultura costarricense. Esto explica el porqué no obtuvo los votos que se proyectaban.
La cuarta razón radica en el desgaste que el Movimiento Libertario y su candidato Otto Guevara han tenido a lo largo de cuatro campañas políticas y todas las dudas sobre la seriedad de sus propuestas y de los recursos que ha dispuesto en sus campañas electorales; cierto o no, pesó al final que el candidato no renovara su discurso ni lograra respuestas contundentes a sus cuestionamientos, lo que llevo a un desastre electoral no solo para la presidencia sino para sus candidatos a diputados.
En quinto lugar influyó el resurgimiento del PAC, que como el ave fénix surgió de las cenizas político-electorales ya que, no obstante sus crisis cíclicas internas, la fortaleza y constancia de su candidato y equipo de colaboradores inmediatos logró sobreponerse a condiciones de desventaja, entre las cuales estaban: ser un candidato relativamente desconocido, llegar tarde a la campaña, no contar con recursos económicos importantes, la tensiones del nombramiento de sus candidatos a la vicepresidencia y la ubicación que las casa encuestadoras le dieron a lo largo del proceso.
Debates
Por último, los debates jugaron un papel importante en la generación de la opinión pública, aunado al mundo de las redes sociales que fueron determinantes en lograr competir con el mundo mediático; esto significó un escenario donde lo que parecía imposible seis o nueve meses atrás, se convirtiera en una realidad: que el candidato liberacionista no ganara en la primera ronda y que el PAC esté a las puerta de un ejercicio de gobierno.
La dinámica de los debates y de la fuerza política de las redes, si bien se concreta en este proceso electoral, tiene su antecedente inmediato y su origen en el cambio de parte de la cultura política en la lucha del TLC y en el referéndum, donde la gente aprendió la necesidad de informarse, de conocer, de valorar para decidir.
Debemos aprender que la cultura política está en proceso de cambio, que las viejas identidades políticas se han desdibujado y deteriorado, que las redes sociales no solo pueden evitar que un candidato llegue, sino impulsar extraordinariamente sus propios candidatos, que la agenda política ya no la marcan exclusivamente los grandes medios de comunicación ni los propios candidatos.
Debemos aprender que en la Costa Rica de hoy no basta del dinero para llegar a la presidencia, y que las campañas publicitarias no son tan importantes para conducir los votantes hacia un candidato.
En síntesis, tenemos que entender que este pueblo cada vez es más libre y que estamos aprendiendo a ejercer nuestra soberanía con criterios propios y no de quienes han gobernado nuestro país.