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País requiere establecer parámetros comunes dentro de la administración pública para la implementación, mantenimiento y administración de los datos geoespaciales producidos en el territorio.Laura Ortiz C./ CAMPUS
lortiz@una.cr
“Lo que buscamos es la normalización y estandarización de datos espaciales para luego ponerlos a exhibición y consulta de los usuarios. Si los datos se ponen a disposición sin estar normados, todas las investigaciones y trabajos que se generen con base en ellos estarán sesgados; por ejemplo, en un plan de zonificación, quién me asegura si yo me pasé o no de una propiedad”, explicó Julio Moraga, académico de la ECG.
Esta iniciativa universitaria, donde también participan el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), el Programa de Investigaciones Aerotransportadas y Sensores Remotas (PRIAS) y el Programa de Regularización, propone la creación de políticas nacionales para la generación, procesamiento, disponibilidad, intercambio, actualización, difusión y uso de geoinformación generada tanto en el ámbito nacional como internacional.
“Por un lado, lo que se impulsa es la estandarización de datos geoespaciales para su generación y difusión adecuada y, por el otro, esta iniciativa implica un uso eficiente de los recursos, ya que las instituciones no estarían duplicando funciones. Ya tenemos la aprobación de un decreto, el siguiente paso es la elaboración de un reglamento donde entre otros detalles se clasifique a los usuarios por tipo de necesidades o información que generen y, finalmente, realizar las labores de difusión y capacitación”, comentó Marta Aguilar, jefa del Departamento de Cartografía del IGN.
Un paso a la vez
De acuerdo con Moraga, dentro de esta infraestructura se podrán encontrar datos sociales, ambientales, sociodemográficos e inclusive electorales. “En este momento, cada institución cataloga sus datos de acuerdo con sus prioridades, la idea es hacer procesos internos para catalogarlos y que sean reconocidos en todo el mundo. Desde la universidad estamos integrando este catálogo a la formación de los estudiantes, para que cuando sean profesionales graduados tengan la inquietud de integrar los de sus instituciones a estándares internacionales”, dijo Moraga.
Estos procesos no son tarea fácil, ya que cada institución cuenta con sus propias bases. “En el MINAE estamos en un proceso interno para optimizar la información y utilizarla en la toma de decisiones. Va lento porque hay que desarrollar procedimientos específicos para las distintas áreas en que trabajamos, como lo son áreas de conservación, protegidas y patrimonios naturales, entre otras” explicó Álvaro Aguilar, jefe del Centro Nacional de Información Geoambiental.
Para Patricia Solano, coordinadora de la Unidad Cartográfica del INEC, es indispensable que las instituciones manejen el mismo lenguaje porque, de lo contrario, no se podrá avanzar como país en la estandarización y uso de esta información.
Además de catalogar los datos, se deben documentar, es decir, quién los hizo, dónde y cómo. La siguiente etapa sería la de contar con una plataforma tecnológica para la publicación de los datos, y la última, la capacitación a los usuarios para sacar el máximo provecho.
“La creación de este órgano no es una tarea sencilla, en otros países ha tomado años; pero debemos empezar e ir creando en otras instituciones que aún no unen a esta iniciativa la necesidad de ser parte de ella, por los resultados que genera”, puntualizó Moraga.
Actualmente, la ECG-UNA trabaja en el elaboración de un plan piloto para implementar una infraestructura de datos municipales para la Municipalidad de Heredia, que dará inicio en el primer semestre del presente año.
¿Qué son los datos geoespaciales? Los datos geoespaciales representan información geográfica localizable a través de coordenadas; pueden ser países, carreteras o lagos, entre otros. Tienen atributos para su descripción, temporalidad y topología, es decir, explican la relación de los datos con su entorno. Son útiles para apoyar procesos de toma de decisiones. |