“Sin ética el barco se hunde”
Silvia Monturiol F. /CAMPUSsmonturi@una.ac
El director del Observatorio Ético Internacional Subregión Iberoamericana, José Roberto Murillo, destacó que las ciencias sociales necesitan de la ética para trabajar en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. |
Especialista en ética, teólogo y ciberactivista, Murillo impartió la conferencia “Ética y ciencias sociales”, por invitación del Doctorado en Ciencias Sociales, coordinado por el académico Norman Solórzano.
El experto, de origen costarricense y radicado en España, resalta que ética y ciencias sociales se necesitan al punto de que debe existir entre ambas un diálogo interdisciplinario constante, orientado hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.
Para Murillo, la ética debe entenderse como la pericia que tenemos de ser felices armoniosamente con nosotros mismos, con las otras y los otros, así como con las realidades sociales, culturales y los ecosistemas. Desde esa perspectiva, subraya que si no se trabaja por el bienestar social en general del ser humano dentro de los ecosistemas; es decir, si no existe esa parte de felicidad tanto a nivel personal como a nivel social, definitivamente no es posible construir una sociedad mejor.
El especialista insistió en que la ética es necesaria en todas las áreas, desde la política y el quehacer profesional, hasta el acontecer cotidiano de las familias.
Además, considera que para los profesionales en ciencias sociales, la ética constituye una herramienta esencial de discernimiento en el análisis social con miras a tener una actitud crítica ante lo que ocurre en el entorno y de esta forma generar planteamientos nuevos. Se podrían generar propuestas más apegadas a la justicia y la felicidad de los seres humanos en temas como la fecundación in vitro o la creciente desigualdad social, entre otros asuntos de relevancia nacional, si estos son tratados desde la perspectiva ética, según Murillo.
El director del OBETI insistió en la importancia de un diálogo entre la ética y las ciencias sociales porque ambas se necesitan: la ética necesita de las ciencias sociales para configurar su racionalidad social, mientras que las ciencias sociales sin ética ignorarían su responsabilidad de abarcar valores esenciales como la justicia, la solidaridad, la diversidad, el respeto a lo alternativo y la ecología sostenible.