Ruido en mares, amenaza mortal
Gerardo Zamora B. / CAMPUSgzamorab@una.cr
Esta investigadora costarricense advierte que las fuentes de contaminación acústica marina, producidas por el ser humano, van desde el transporte de buques de carga, la extracción de combustibles fósiles, el sonar militar e industrial, hasta la construcción y operación de infraestructura costera. Sus efectos sobre la fauna marina y su consecuente impacto socioeconómico en poblaciones costeras es un tema que toca a Costa Rica, reconoce Guerra: “en nuestras costas tenemos un domo térmico, clave para la reproducción de muchas especies, como la ballena azul. El Canal de Panamá y los muelles de Moín y Caldera suponen un tráfico intenso o ampliaciones en su infraestructura. Además del impacto ecológico que acarrea esta contaminación sónica, si no hacemos algo, pensemos en el efecto para decenas de pueblos que viven de la observación de estos animales”.
Y es que, según la experta, nuestro país se muestra rezagado en la atención de este tipo de amenazas: “es necesario que las actividades industriales marinas que generan ruido en el mar sean monitoreadas, reguladas y mitigadas. En Costa Rica hace falta legislación que regule las rutas de tránsito pesado que llega a nuestras costas, y que controle el crecimiento de infraestructura en nuestros puertos”, agregó Guerra.
Sus apreciaciones tuvieron lugar este 18 de junio, en el Auditorio Clodomiro Picado de la Universidad Nacional (UNA) durante la charla “Nadando en un mar de ruido: el problema de la contaminación acústica en ecosistemas marinos”. El evento fue organizado por el Programa Red de Observación del Nivel del Mar de Costa Rica, del Departamento de Física de la UNA.