Sin Silencios...
Cien días para Cuatro Años: Un intento de direccionar el Gobierno
José Carlos Chinchilla Coto |
Sin Silencios pensamos que el presidente crea la idea de los cien días para poder definir la ruta del gobierno, ya que, contrario a su condición de candidato ganador, se dedicó a viajar en la “caravana de la alegría”. Tal vez si hubiese entrado en la lógica de gobernar, posiblemente podría haber evitado muchos inconvenientes.
Cien días para tratar de ordenar su propio gabinete y darle rumbo; no obstante, las contradicciones han aflorado tanto con su partido, como con grupos de presión- incluyendo la iglesia católica- y al interior de su gabinete. Así mismo, sectores sociales se han sentido afectados por decisiones o actos que “sorpresivamente” el gobierno ha asumido: entre otros el no enviar a la asamblea proyectos como “fertilización in vitro”, “uniones civiles de convivencia” y enviar a cambio el proyecto “igualdad religiosa y culto”, mantener la “DIS”, o no asumir una posición en el drama de la Franja de Gaza. El “ya es ya” del presidente Luis Guillermo se transformó en cien días y tal vez más.
No obstante, el presidente sigue gozando de “buena salud” política, según la última encuesta del CIEP de la UCR. Es el personaje que mejor imagen tiene (7.25) y su gestión de gobierno se valora como buena por el 35.7%; un 68.1% cree que cumplirá sus promesas de campaña. Aunque el 37.6% considera que el rumbo del país es malo o muy malo; y un 52.8% que estamos igual o peor que el gobierno de doña Laura.
Sin Silencios tenemos que reconocer que, en cuanto al manejo monetario y particularmente del dólar, el gobierno ha estado muy acertado y posiblemente también en lo referido a la política salarial; así como en los primeros esfuerzos para la contención del gasto público. Pero las expectativas generadas han sido muy amplias; así, por ejemplo, la idea de la “casa de cristal” y las puertas abiertas-independientemente de la voluntad del presidente- encuentran sus primeras manchas y cierres de entradas.
Sin Silencios creemos que el señor presidente en recuerdo de sus logros en los debates de campaña, ha decidido presentar un informe de los Cien Días en la Asamblea Legislativa. Creo que espera salir del debate con la misma imagen de triunfador de las elecciones. Espero que no se equivoque porque la gente lo que espera es una explicación diáfana de que es eso del “charral” y de cómo lo va a arreglar.
Si el presidente logra, por un lado, decir cómo se encontró realmente el país, quienes son los responsables directos y cuál va a ser la acción del gobierno al respecto y, por otro lado, define la ruta, las acciones y los mecanismos para cumplir sus compromisos, estoy seguro que la gente se lo agradecerá. De lo contrario, las expectativas de los cien días contrastadas contra el discurso, podría ser el inicio de un deterioro de la imagen presidencial que a nadie debería de alegrar.