Cuando enseñar es un arte
Laura Ortiz C./ CAMPUSlortiz@una.cr
Originario de Denver, Colorado, Beasant es de los que busca la novedad en donde ya todo parece estar escrito y considera la integridad y el bienestar de los demás como ejes centrales de su enseñanza. “Enseñar es de las cosas más nobles que puede hacer un artista, creo que este proceso me ha demostrado que todavía tengo mucho más para explorar, un verdadero artista nunca debe dejar de perseguir su educación”.
Beasant fue el protagonista del XXIII Encuentro Centroamericano y del Caribe para el Estudio de la Danza Contemporánea, organizado por la Escuela de Danza del 2 al 7 de junio del presente año.
Para el intérprete, el tomar riesgos es una forma de vida. “Uno siempre debe hacer preguntas sobre lo que no sabe y arriesgarse, porque está bien fallar en la medida en que nos mantengamos en el camino hacia nuestro desarrollo; nunca deben permitir que los intimiden para alcanzar una meta”.
La experiencia alimenta las clases de Beasant. “Muchas de las preguntas que yo podría haber tenido antes en mi vida en términos específicos de lo que emite o no mi cuerpo ya no las tengo, me siento muy a gusto conmigo mismo, en esta etapa de mi vida sé lo que necesito y no tengo miedo a preguntar a los demás, miro el futuro y voy a tratar de no dejar de bailar”
Prestigio
Beasant se une a la lista de maestros internacionales como Jorge Olea de Chile, María Fonseca de Brasil, Shelly Shepherd y Keith Johnson de Estados Unidos y Marisa Brugarolas de España, entre muchos otros, con quienes a través de poco más de una década, estudiantes nacionales y extranjeros han tenido la oportunidad de compartir experiencias.
El posgrado en danza tiene como objetivo posibilitar un espacio para el análisis reflexivo desde la práctica de la danza y el estudio de metodologías sensibilizadoras y apropiadas para una comprensión de la problemática humana y la búsqueda de la espiritualidad, esenciales para el desarrollo del conocimiento artístico.