Educación superior empuja movilidad social
Silvia Monturiol F. /CAMPUSsmonturi@una.cr
El dirigente estudiantil anunció que “si no logramos un debate serio, ahí nos verán a nosotros y a unos cuantos miles con la camiseta puesta defendiendo la universidad pública”. |
Convencido de que la educación superior es el instrumento de movilidad social por excelencia y lo más importante para el desarrollo, el economista Henry Mora, diputado del Partido Acción Ciudadana, fue enfático en la necesidad de que Costa Rica incremente su inversión en este campo.
El país se ha fijado la meta de alcanzar una inversión de 8% del Producto Interno Bruto en educación pública, de la cual 1,5% correspondería a la educación superior. Mora ratificó el compromiso de la fracción del PAC y del gobierno de llegar a la meta fijada para la educación superior estatal durante esta administración, a la vez que reconoció que aún esta no es suficiente, ya que estamos muy por debajo de países líderes en inversión social, cuyo presupuesto en educación ronda el 13% del PIB.
El legislador Edgardo Araya, del Partido Frente Amplio, consideró que debe seguirse fortaleciendo el acceso a la universidad pública porque es claramente uno de nuestros principales instrumentos de movilidad social y de desarrollo. “Hay que fortalecer en investigación y desarrollo, donde está el futuro de este país, que no puede seguir apostando a sembrar piña ni monocultivos de manera extensiva”.
El diputado Ronny Monge, del Partido Liberación Nacional, afirmó que es preciso dar más recursos para que más personas puedan acceder a la educación universitaria.
Por su parte, Otto Guevara, del Movimiento Libertario, criticó un supuesto uso inadecuado de los recursos del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), -que ascendieron a 360 mil millones de colones el año pasado,- por parte de las universidades públicas. Como ejemplo, citó lo que calificó como sistema salarial insostenible en la Universidad de Costa Rica, plazos promedio de hasta 8 años para obtener un bachillerato universitario y una oferta educativa compuesta, fundamentalmente, por cursos diurnos, que no se ajustan a una población que trabaja y requiere estudiar para el ascenso social. “Es mucho el dinero que se le transfiere a las universidades, la idea es que con ese dinero hagamos más, que sea más efectivo su uso para mejorar la calidad de la educación”, subrayó el diputado libertario.
El presidente de la FEUNA, Johan Quesada, destacó los aportes de las universidades públicas a la sociedad y manifestó que pareciera que el debate sobre la educación superior gira en torno a cómo debilitar la universidad pública a favor de la universidad privada y a cómo generar una mala imagen de la universidad pública en aras de contribuir a un modelo de desarrollo, que no parte de la educación como un derecho humano, sino como un negocio.