Al rescate de las voces ignoradas
Silvia Monturiol F. /CAMPUSsmonturi@una.cr
En esta edición, la Escuela de Historia de la UNA asumió la organización de este encuentro, que celebra en forma bianual la Red Latinoamérica de Historia Oral (Relaho).
Se definieron como ejes temáticos los conceptos memorias, sociedades y ambiente. El término memorias se utilizó en su sentido plural para evidenciar la importancia de ir más allá de la voz dominante y abarcar también las voces que han sido ignoradas en la historia tradicional.
Asimismo, con el concepto sociedades, el encuentro pretendió resaltar la diversidad y pluralidad en el contexto latinoamericano, mientras que el término ambiente se incluyó con el objetivo de subrayar la importancia de estudiar las complejas interacciones entre el ser humano y su entorno para comprender la historia de los pueblos de la región, así como para entender el presente de la región.
Los participantes, provenientes de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, El Salvador, España, Guatemala, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá y Puerto Rico, abordaron las temáticas mediante mesas de trabajo sobre: Ciudades, cultura y ambiente, Conflictos socioambientales, Narrativas y espacios de lo regional y lo local, Historia Agraria y Ambiental, Saberes tradicionales, campesinos e indígenas, Educación y oralidad, Movimientos sociales contemporáneos, Género, etnicidad y diversidad cultural, Migraciones y Derechos Humanos e Historia Oral: metodologías, biografías y archivos orales.
Memoria viviente
Durante la inauguración del VI Encuentro Latinoamericano de Historia Oral: memorias, sociedades y ambiente, la representante de la Relaho, Patricia Pensado, afirmó que en América Latina la historia oral ha significado un intento por contribuir a que los sujetos de la historia abandonen una posición pasiva e incursionen y se apropien de su historia para transformarla. “Algo que históricamente ha distinguido a la historia oral de nuestro subcontinente es la tarea de integración y síntesis de un proyecto social y una preocupación liberadora”, subrayó.
El rector de la UNA, Alberto Salom, quien declaró inaugurado el encuentro en su calidad de anfitrión del evento, destacó que la continuidad de estos encuentros desde 2007 pone de manifiesto el interés de los historiadores de América Latina en la necesidad de retroceder para ir a buscar los relatos de quienes tradicionalmente han sido marginados en la historia. “Lo más fácil es incursionar en las fuentes tradicionales, la historia contada por la ideología hegemónica, pero aquí se trata de incursionar en la historia de los que muchas veces han sido acallados en cada uno de los países”. Para Salom, el rescate de la versión de quienes no han tenido voz es de gran importancia si lo que se quiere es buscar la identidad de los pueblos, esa identidad que se ha desdibujado.
El director de la Escuela de Historia de la UNA, Maximiliano López, coincidió en la importancia de rescatar los saberes tradicionales y la memoria biocultural de los pueblos, a través de la historia oral.
Precisamente, esta unidad académica cuenta con experiencia en el uso de fuentes orales en investigaciones relacionadas con la historia agraria y social, así como con la ambiental. Mediante lo que se ha denominado historia aplicada, esta escuela realiza investigación con impacto directo en la sociedad. Con esta premisa, académicos justifican sus investigaciones haciendo abordajes históricos de problemáticas que aquejan en la actualidad a determinadas comunidades o grupos. Se trata –destacó López– de realizar análisis retrospectivos de situaciones y generar conocimiento de utilidad para el presente, abordaje en el cual la fuente oral resulta de vital importancia.
La conferencia inaugural, “El sujeto revolucionario en la representación literaria: ¿Pasado olvidado o memoria viviente?”, estuvo a cargo de Patricia Alvarenga, académica de la Escuela de Historia.
La inauguración del VI Encuentro Latinoamericano de Historia Oral: memorias, sociedades y ambiente también contó con la presencia de la rectora adjunta Luz Emilia Flores, del decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Carlos Buezo, así como de académicos y estudiantes de la Escuela de Historia y unidades académicas de la Facultad.
La UNA fue la sede del “VI Encuentro Latinoamericano de Historia Oral: memorias, sociedades y ambiente”, en cuya inauguración participaron la coordinadora de la Relaho Patricia Pensado, la rectora adjunta Luz Emilia Flores, el rector Alberto Salom; y la conferencista Patricia Alvarenga.
Recuperando la historia
En los trabajos de investigación compartidos destacó el aporte de fuentes orales, como evidencian, entre otros, los siguientes títulos: “Aprendimos al calor de la lucha: los maestros de la Ciudad de México y la formación de una conciencia de clase durante el movimiento magisterial 1956-1960”, de María Magdalena Pérez Alfaro, de la Universidad Nacional Autónoma de México; “Las 39: Historias orales con una pandilla de El Salvador”, de Vogel Vladimir Castillo, de W.A. Meacham Middle School; “Ingenieros sin título. Memorias del cambio tecnológico en la agricultura de la papa en las faldas del Volcán Irazú, Costa Rica (1943-2011)”, de Wainer Ignacio Coto Cedeño de la UNA. |