Incertidumbre y dependencia del pasado en la innovación:
Implicaciones para la estrategia de Costa Rica
Jeffrey Orozco B. (*)jorozo@una.cr
Parece de aceptación generalizada el argumento de que quien no innova no puede permanecer en el mercado. Esa es la realidad que deben considerar las empresas. Sin embargo, es claro que las empresas no pueden innovar en aislamiento, y mucho de lo que realmente pueden lograr depende del contexto en el que se desenvuelven. Algunos países generan mucho mejores condiciones para impulsar innovaciones y, como premio, logran desarrollar o acoger empresas mucho mas innovadoras. Esas empresas retribuyen aportando mayor riqueza, mejores empleos e incluso mayores recursos fiscales para que el país los pueda invertir en su desarrollo. Se puede afirmar que el potencial de producción y de comercio de un país está determinado, en gran medida, por su potencial para innovar, pero, a la vez, el potencial innovador depende de las capacidades del sistema como un todo. Nada sucede de forma automática. Si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos obteniendo los mismos resultados, o hasta peores, porque puede ser que otros países se vayan posicionando en los nichos de mercado en los que antes tuvimos buen desempeño.
Veamos dos características de la innovación que tienen implicaciones de política. Un característica fundamental de la innovación es que se genera en el marco de mucha incertidumbre. No se conocen a priori los resultados que se obtendrán de los esfuerzos para lograr innovaciones, sobre todo si se le apuesta a las que van mas allá de pequeñas transformaciones de los productos o procesos, y se apuesta a productos o servicios completamente nuevos. Eso obliga a la tarea de pensar en estrategias para impulsar nuevos sectores, que tienen que ver no solo con instrumentos para facilitar el emprendimiento, sino con medidas para generar nuevas áreas de conocimiento en las universidades y en laboratorios públicos y privados. También, obliga a desarrollar nuevos mecanismos financieros apropiados en contextos de riesgo. En Costa Rica hay una gran tarea pendiente al respecto.
Otra característica fundamental de los procesos de innovación es que hay una gran dependencia del pasado. Esto en el tanto es más fácil seguir profundizando, en investigación y en inversiones, sobre lo que ya se conoce. Es más difícil incursionar en ramas nuevas. La principal implicación en términos de políticas es que se hace muy difícil saber cómo escoger las nuevas áreas, tecnologías e industrias a la que debe apostarle el país. Al respecto hay dos tareas a profundizar, primero la generación de capacidades para visualizar esas nuevas áreas, sin descuidar aquellas en las que ahora somos buenos. Además, está la tarea pendiente de invertir más como país en investigación y desarrollo, pero generando un marco para interacciones mucho más estratégicas, en que diferentes actores empresariales, académicos y del sector estatal logren consolidar agendas consensuadas. Hay otras características de la innovación que también tienen implicaciones de política, y las analizáremos en notas futuras.
(*) Director general CINPE-UNA