Por la salud ocupacional y ambiental de la región
Programa Salud, Trabajo y Ambiente consolida su quehacer en los pilares de siete universidades centroamericanas comprometidas en velar por la salud ocupacional y ambiental de la región, como una herramienta para reducir la pobreza y promover el desarrollo humano equitativo y sostenible.Laura Ortiz C./CAMPUS
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Inauguración del Centro Nacional Saltra de la Universidad de Panamá. Marianela Rojas entrega la placa al rector a.i., Justo Medrano en compañía de Hildaura Acosta, coordinadora de Saltra Panamá. |
En sus primera fase, Saltra contribuyó a la constitución de una estructura interinstitucional e intersectorial de colaboración en salud ocupacional y ambiental, involucrando entidades públicas, organizaciones de trabajadores, comunidades y sus organizaciones sociales, gremios empresariales, organismos internacionales y otros.
El 7 de diciembre de 2011, la Unión Europea y la UNA firmaron un contrato de subvención por más de un millón de euros con miras a incorporar los principios de desarrollo sostenible en la gestión de salud ambiental y laboral desde las universidades centroamericanas; casi cuatro años después, el programa se consolida en la lucha contra inequidades en la salud y la pobreza.
El pasado 21 de abril se realizó la II reunión del Consejo Asesor Internacional, donde se presentaron los principales resultados de esta II fase, que tenía como fin prevenir accidentes, enfermedades relacionadas con el trabajo y el ambiente y la atención a temas emergentes mediante la promoción.
Marcando huella
En esta segunda fase se inauguraron siete centros nacionales en cada una de las universidades participantes y un centro regional en la UNA.
“Se gestiona el proceso de equipamiento de estos centros nacionales con herramientas e instrumentos para aumentar la calidad en docencia, investigación y extensión en todos los países. Este proceso está por concluir en Guatemala y Costa Rica y en El Salvador y Panamá estarán equipados para finales de este año”, explicó Marianela Rojas, coordinadora Regional.
Cada centro ha desarrollado una identidad, lo que les ha permitido realizar investigaciones en temas nacionales de atención prioritaria tales como: estudio de partículas, ruido, iluminación, humedad, presencia de metales pesados y elementos tóxicos, ergonomía y carga metabólica, entre otros.
“Cada país trabaja con una agenda propia pero con una perspectiva regional, y esto se refleja en el trabajo que hemos desarrollado en la atención a la epidemia común llamada Enfermedad Renal Crónica (ERC) de origen desconocido, donde hemos coordinado esfuerzos entre los centros pese a que cada país y sus gobiernos se encuentran en momentos y estrategias distintas de atención a este mal que aqueja a la población trabajadora”, comentó Claudio Monge, asesor técnico regional de Saltra.
Los indicadores en salud ocupacional y ambiental son escasos, de acceso restringido o de metodología variable que los hace poco comparables. Ante este panorama, el programa Saltra contribuyó con la elaboración e implementación de las Encuestas Centroamericanas de Condiciones de Trabajo y Salud, la primera en el 2011 y la segunda a realizarse en el 2016. De acuerdo con Rojas, también se crearon indicadores que servirán como guía para elaborar los nuevos perfiles nacionales y regionales. “Para este último año de gestión se tienen previstos seis perfiles nacionales y dos regionales de indicadores ocupacionales y ambientales y dos regionales que serán publicados próximamente”, detalló Rojas.
De acuerdo con Rojas, los programas de educación formal son ejes medulares del programa. “Con ellos se ha dado un acercamiento no solo a las poblaciones más vulnerables a los riesgos en los lugares de trabajo, sino también un acompañamiento desde los Centros Nacionales a múltiples actores a través de acciones de capacitación dirigidas a profesionales y técnicos, trabajadores, líderes comunitarios, representantes de municipalidades y sindicatos entre otros.
Futuro
“La Unión Europea comparte la visión de luchar contra la pobreza y para eso, la salud es un factor fundamental de desarrollo, de ahí nuestro interés de trabajar con la UNA, convencidos de que se iba a garantizar la sostenibilidad de este proyecto y apuntando a la búsqueda de nuevos objetivos que beneficien a los países”, comentó Javier Pinzolo, delegado de la Unión Europea en el país.
“La UNA es sede regional de este proyecto, y el trabajo que han realizado en conjunto con otras instituciones públicas tanto dentro como fuera del país, nos permite contar con herramientas que promuevan la salud laboral. Saltra ha entendido que los conocimientos sobre la salud ocupacional y ambiental son la base para alcanzar los objetivos del milenio y esa visión se la debemos a sus fundadores”, puntualizó Clemens Rupert, investigador del Iret-UNA.