El pasado y presente del anarquismo
Extracto de la entrevista realizada a Rodrigo Quesada para el programa radial Visión Crítica. Entrevista completa: http://www.una.ac.cr/index.php/multimedios/una-multimedia Víctor J. Barrantes C. / CAMPUS
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La libertad de uno para controlar su propia vida, sus decisiones y sueños, pareciera ser el punto de partida para reflexionar sobre el anarquismo. ¿Cómo debemos entender esta libertad?
El punto de partida que sustenta toda esta aspiración sobre la libertad es el tener claro que el anarquismo es una utopía o no es, es un sueño que debe regir la vida cotidiana de las personas y no un precepto que se lo envían a uno por correo, es una cuestión que hay que estar construyendo día tras día, el estar lidiando contra todos los mecanismos de opresión que se viven en la sociedad, en la cultura, incluso en uno mismo, en la forma como uno interioriza el bombardeo cotidiano que recibe sobre cuestiones morales, religiosas, existenciales, etc. Construir la libertad cotidianamente de manera responsable significa estarse capeando, por ejemplo, los constantes asedios del autoritarismo que vivimos cotidianamente.
Se plantea que los males del sistema capitalista se explican a partir de la trilogía Estado-Iglesia-Capital. ¿Cómo se conjuntan estos componentes en la construcción de una sociedad tan desigual como esta y qué alternativa plantea el anarquismo?
El anarquismo no cree en el Estado, lo que pasa es que eso lo puede acercar a posiciones extremas del neoliberalismo de derecha, pero el liberalismo de derecha cree que el mercado es una especie de jungla, donde impera el sálvese quien pueda.
Esa triada Capital-Iglesia-Estado es el triángulo sobre el cual opera el análisis del anarquismo para liberar a las personas. La gran aspiración del anarquismo es tener claro que la libertad se construye cotidianamente y eso implica capearse constantemente los mensajes de una Iglesia que trata de controlarle la intimidad más privada a los seres humanos y decirle cómo vivir su vida; el Estado que trata de administrarle absolutamente todo y, al hacerlo, comete unos errores colosales. Y (con respecto) al Capital, el anarquista consecuente cree que este parte de la propiedad privada y va a tratar de combatirlo, pues es en torno a este que se articula todo un sistema judicial, legislativo que trata de legitimar (esa propiedad privada).
¿Cuál es la vigencia del pensamiento anarquista en momentos en que algunos insisten en enterrar cualquier ideología que no sea el capitalismo?
Pero esto tiene raíces más antiguas. Durante la I Internacional, en 1864, (Karl) Marx se enfrenta a Mijaíl Bakunin porque la gente que dirige Bakunin está en contra del autoritarismo de los viejos comunistas. La I Internacional va a terminar partida en dos: una tendencia conformada por los marxistas, y otra que va a fundar Bakunin y sus seguidores: la tendencia del socialismo libertario. Durante el predominio del proyecto socialista en la vieja Europa y durante casi toda la Guerra Fría, los anarquistas juegan un papel de segunda o tercera dimensión porque el socialismo soviético se había hecho cargo de las ideas revolucionarias de esta época.
Con la caída del socialismo real, en 1991, asistimos a un período de recesión de 10 años donde el socialismo entra en un repliegue importante y el que toma el lugar es el anarquismo. Después del 2001, van a encontrar una mayor presencia de los anarquistas en diferentes escenarios; por ejemplo, en Chile, donde la mayor parte de las manifestaciones a favor de la educación pública gratuita fueron dirigidas por anarquistas. Los críticos más duros del proyecto impulsado por Chávez y sus seguidores en Venezuela, son los anarquistas, igual que en Brasil. Los van a encontrar jugando un papel muy importante en Francia, combatiendo al movimiento neonazi.
Irónicamente, es en Estados Unidos es donde el movimiento anarquista ha logrado cuotas de desarrollo muy importantes. Seatle (1999) es el punto de inflexión de la larga tradición de lucha que tiene el movimiento obrero norteamericano.
Una de las críticas al anarquismo es que se trata de una utopía y nada más. ¿Es posible ya no solo soñar sino lograr ese mundo de orden sin autoridad? ¿Le ve una vía?
No quisiera caer en un romanticismo banal diciéndole, como dice el pensador español Ibañez, que es utopía o no lo es, pero Ibañez matiza ese programa. Él dice que es importante tener sueños, tratar de vivir diariamente con la idea de que esos sueños en algún momento se pueden realizar; sueños como que haya gente que se despierte todos los días con la posibilidad de desayunar, que tenga empleo, educación, que no tengan que esperar cinco años para que les hagan un cateterismo, por ejemplo, gente que pueda resolver uno de los problemas fundamentales que hipócritamente nuestra sociedad oculta, que es el problema del desempleo de la gente joven. Esos ideales de justicia, de fraternidad de que las necesidades más elementales de la gente como la educación, el techo, la salud, el empleo, que es un derecho humano, son utopías dentro de la sociedad burguesa, porque si el socialismo fracasó en el 91, el capitalismo también fracasó desde hace siglos pues no ha logrado resolver los problemas fundamentales de la gente. Entonces, cuando Ibañez habla de que el anarquismo es una utopía, lo hace en el sentido de que podamos en algún momento organizarnos.
¿Se ha dado algún caso que pueda servirnos de referente como para decir que el anarquismo funciona?
No me atrevería a ejemplificarle con un caso donde el anarquismo funcionó, pero sí ejemplos donde hizo posible transformaciones importantes. En la Revolución Mexicana van a jugar un papel central en lo que respecta a la organización sindical, pero también encontramos una gran preocupación sindical en España. Durante la Guerra Civil Española (1936-39) se da uno de los casos más paradójicos, que es el anarquismo ocupando el poder, porque el anarquista consecuente se opone al ejercicio del poder. Los anarquistas también van a jugar un papel importante en la organización de las milicias civiles que fueron clave en la educación, en lo que es imaginar nuevas formas de educar.
Tampoco es posible entender la Revolución Cubana y la herencia martiana sin los anarquistas, quienes van a jugar un papel clave cuando José Martí inicia la guerra contra la ocupación española de Cuba, en 1885. También, las críticas mas feroces al proyecto bolchevique provinieron de anarquistas, quienes se opusieron a la forma tan rígida que estaba imponiendo Lenin.
¿Cuál ha sido el aporte del anarquismo en Costa Rica?
El anarquismo juega un papel importante en Costa Rica, pero desde la perspectiva intelectual, académica. Me atrevería a decir que es esencialmente una pose en algunas figuras; por ejemplo, don Roberto Brenes Mesén empezó jugando de anarquista y terminó acomodándose de una manera muy conveniente. Con don Omar Dengo, podemos preguntarnos hasta qué punto fue anarquista realmente. Hay una gran preocupación intelectual de ellos por introducir las ideas de Bakunin y Piotr Kropotkin, incluso, algunos de nuestros intelectuales mantuvieron correspondencia con anarquistas españoles. Pero, a pesar de que hubieran sostenido poses académicas, posibilitaron una transformación del pensamiento social en Costa Rica durante los años 30.