Cuidado con los videos de ejercicio
Johnny Núñez/CAMPUSjnunez@una.cr
Esta nueva tendencia de comprar o descargar videos de ejercicios, para evitar la visita al gimnasio, pareciera tomar auge entre los costarricenses, quienes se dejan persuadir por la falsa promesa de que en pocas semanas se obtendrá el cuerpo atlético anhelado, según comentó Gustavo Rivera, promotor de salud física y académico de la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA), quien hace un llamado para que todo ejercicio se realice en forma segura, previo dictamen médico y asesorado por un promotor de la salud física debidamente calificado.
Rivera explicó que cuando la persona siente la necesidad de hacer ejercicio, ya sea por recomendación médica, control del sobrepeso o por recreación, en el mejor de los casos, acuden a un CAF, donde lo ideal es que se trabaje de forma gradual; es decir, sin la pretensión de recuperar en un mes 30 años de sedentarismo.
Mejor el CAF que un video
Rivera calificó como “preocupante” el hecho de que en la actualidad algunas personas están adoptando el ejercicio como si fueran sus propios entrenadores, sobre todo por medio de la descarga de aplicaciones de los sistemas móviles, como por ejemplo programas de entrenamiento de Insanity Workout, Crossfit y Spinning, entre otros.
“La mayor parte de estas rutinas son generales y no evaluadas por un promotor de la salud física; a pesar de eso, las personas las realizan sin el menor conocimiento en movimiento humano, con una falsa expectativa de alcanzar su objetivo en un mes, y es ahí donde se inicia el ejercicio de forma insegura”, explicó.
Recordó que lo ideal es buscar la asesoría para saber cómo se debe iniciar el ejercicio de manera segura. Actualmente, hay una proliferación de centros de acondicionamiento físico personalizados que le aseguran al individuo ser evaluado por un profesional. “El video no puede saber cómo estoy yo; puede indicar parámetros, los cuales no están hechos de forma individualizada y es ahí donde por querer mejorar la salud física, podría más bien atentar contra ella”.
Rivera enfatizó que el riesgo de lesionarse con un video de ejercicios es muy alto. Las lesiones más comunes son en las articulaciones, músculos o enfermedades crónicas como hipertensión, factor de riesgo para el corazón por esforzar el cuerpo más allá de sus límites.
La pantalla no ve, ni mucho menos mide la percepción de esfuerzo de la persona y no hay nadie que verifique la realización del ejercicio de forma correcta.