La participación ciudadana en Costa Rica:
Hacia una innovación democrática
Rodrigo Corrales Mejías (*)Costa Rica se ha caracterizado a lo largo de su historia política por ser una de las democracias relativamente más antiguas y estables de América Latina, resultado de un arduo proceso de desarrollo de la institucionalidad pública. Como parte de esta estabilidad democrática, el modelo de participación ciudadana del costarricense había estado centrado principalmente en el accionar político durante periodos electorales, concentrando el carácter democrático en el derecho a la elección como una forma de la ciudadanía de delegar la responsabilidad sobre las decisiones públicas, meramente al ente gubernamental.
No obstante, la historia de los últimos años ha evidenciado un fuerte desalineamiento político, consecuencia de un incremento en la desconfianza ciudadana hacia la política, un alza en los niveles de abstencionismo y el derrumbe del sistema bipartidista. Por tanto, hay elementos que señalan una posible crisis democrática, caracterizada por un desapego del electorado en el involucramiento y quehacer político. Considerando que la participación ciudadana trasciende la esfera política, abarcando también lo social y lo comunitario, por ejemplo, y observando diversas iniciativas de participación con consciencia ciudadana con respecto al acontecer nacional, se puede hablar de una posible reivindicación del protagonismo ciudadano como evaluador, fiscalizador y propulsor de política pública y por ende, ejecutor de soluciones colectivas. La necesidad de una renovación democrática alerta sobre la utilización de elementos como las TIC, como facilitadores de espacio para la reactivación de la participación ciudadana, tal y como se ha suscitado en otras sociedades en el ámbito mundial.
Una posible crisis del sistema democrático costarricense puede representar el detonante hacia una renovación de la concepción democrática a las condiciones que el contexto vigente imponga. A diferencia de los sistemas democráticos de la región, Costa Rica ha estado ausente de crisis políticas severas, lo que ha aunado a que la participación ciudadana haya adoptado roles mucho más pasivos-receptivos.
Sin embargo, el acceso a la información, el debate de ideas a través de espacios más inclusivos, la conformación de grupos sociales que busquen la solución a problemas colectivos, la facilidad en la difusión de información sobre el quehacer político como mecanismos fiscalizadores y evaluadores de las decisiones públicas, brindan señales del posible aprovechamiento de redes virtuales como puntos de convergencia para el estímulo de la participación, visualizando la necesidad de realizar cambios y mejoras en el protagonismo ciudadano y su rol sobre el accionar público.
Detectar los puntos nodales donde se estén gestando las iniciativas de participación ciudadana ayuda a determinar no solo qué aspectos están motivando que surjan movimientos ciudadanos para la búsqueda de mejoras y soluciones a los problemas colectivos, sino que además permitiría un signo de alerta para la política pública, sobre los principales fallos que no están pudiendo solventar.
Este proceso de identificación permitiría evaluar el verdadero rol que juegan las tecnologías de la información y la comunicación, por ejemplo, las redes sociales como espacios novedosos para la conformación de iniciativas para la participación ciudadana.
(*) Académico CINPE-UNA