A un año de Administración Solís
Escepticismo ciudadano aumenta
Carlos E. CarranzaJeymilee Camacho / para CAMPUS (*)
El escepticismo ciudadano aumenta, las críticas son más fuertes por la falta de coordinación gubernamental, la falta de comunicación oportuna y por no estar claro los nortes del gobierno. Foto con fines ilustrativos. |
En abril del 2014, Solís formó el equipo de Gobierno, que no era tarea fácil. Se trató de un equipo altamente mezclado entre figuras de cercanía personal, como fue el caso del ministro de la Presidencia, del PAC, como la Ministra de Cultura; otras provenientes del PUSC, como Víctor Morales y Manuel González, y hasta figuras procedentes del PLN, como Celso Gamboa.
Un grupo de académicos como Edgar Gutiérrez y Arauz Cavallini, algunos de sectores específicos como el ministro de Comercio Exterior, Alexander Mora, y el ministro de Turismo, Randolph Von Breyman. Era un equipo heterogéneo y con ausencia de directrices que le dieran norte al Gobierno.
Del mensaje presidencial a los primeros 100 días
Con la toma de posesión, el presidente Solís Rivera trató de marcar nuevas formas de gobernar con simbolismos como la “Casa de cristal”, “Si me equivoco, corríjanme”, marcando una clara diferenciación con la anterior administración dentro de una línea que buscaba definir mayor grado de inclusividad, expresada en acciones como la visita a los vecinos de la Casa Presidencial y la ronda de visitas a diferentes ministerios y el hecho de ondear la bandera de la diversidad.
Colateralmente, el mandatario comenzó a anunciar la “crudeza de gobernar”, con frases como “encontré la finca encharralada”, “es más fácil verla desde afuera que bailar con ella”, además de que algunos ministros afirmaron que no se contaba con suficientes recursos.
El investigador Carlos Carranza, del proyecto Análisis de Coyuntura de la Escuela de Sociología, presentó a la prensa un balance del primer año de gobierno. |
El Presidente y su equipo más inmediato prepararon lo que podríamos decir las armas más fuertes, lo cual se expresó en el discurso de los 100 días, donde antes, durante y después se anunció una serie de denuncias sobre corrupción, manejo de activos, uso inadecuado o irracional de recursos y ciertas situaciones difíciles; sin embargo, este anuncio no fue acompañado por propuestas concretas y mucho menos por acciones estratégicas.
Paralelo a ello, los actores económicos y sociales comienzan lo que podríamos denominar su propia agenda económica y social.
Un escenario político complejo
El costarricense mantuvo sus preferencias de voto diferenciadas para la Asamblea Legislativa que le dio preponderancia relativa al PLN, una cuota también al PUSC y por primera vez en la historia la izquierda logró una amplia fracción, con la presencia de un conjunto de pequeños partidos o “minipartidos”. El escenario del gobierno ya tenía una primera definición, que le marcaba espacios: la Asamblea Legislativa.
Precisamente, la Asamblea Legislativa, por su conformación era sumamente difícil, llevando a confrontaciones duras cuyo caso más notable fue la aprobación del Presupuesto 2015-2016, un grupo de diputados enfrentó en el plenario y luego en la Sala Constitucional al presidente del Congreso, Henry Mora, lo cual llevó al deterioro de su figura y sus decisiones. En este escenario enmarañado, el estilo del entonces ministro de la Presidencia –hoy sustituido estratégicamente por Sergio Alfaro, figura del PAC– llevó a mayores conflictos con grupos que sintieron que el ministro no tomaba en cuenta sus peticiones, terminando en la minicrisis con la Procuradora General de la República y el ofrecimiento de embajadas.
Escepticismo ciudadano aumenta
La actuación de ciertos ministros hacía más difícil la labor del gobierno, pese a los adecuados esfuerzos en la definición del Plan Nacional de Desarrollo y posteriormente del Plan Social, que debieron ser de las primeras acciones estratégicas del Gobierno.
Si bien la presencia mediática del Presidente se mantuvo, esta comienza a tener menor grado de popularidad, ya que conforme avanza el reloj, las contradicciones, lagunas se dan más fuertemente, surge “lluvia con granizo y constante”. Lo difícil de gobernar se expresa en falta de definiciones en ciertos casos, como la materia hacendaria.
En otro ámbito de alta presión surgen grandes contradicciones, como en el caso de los ministerios de Vivienda y Turismo, la crisis alrededor de embajadores y funcionarios del equipo cercano al Presidente.
Lo más grave lo constituye el ministerio de la Presidencia, donde no solo interviene el entonces ministro del ramo, el Presidente y el diputado Morales Zapata, con lo cual los conflictos internos quedan más claramente expresados.
Al llegar al décimo mes, las críticas son más fuertes por la falta de coordinación gubernamental, la falta de comunicación oportuna y por no estar claro los nortes del gobierno, que se expresa en las encuestas de opinión sobre la figura del Presidente con un alto grado de impopularidad, lo que evidencia que el escepticismo ciudadano aumenta, y con una agenda inconclusa, lo cual puso en el onceavo mes en situación difícil al gobierno.
Temas como infraestructura, creación de empleo, recursos adecuados en materia hacendaria, mayor grado de coordinación interinstitucional y definir claro el norte, son los temas que no ha logrado enfrentar adecuadamente en los primeros 12 meses la Administración Solís.
Perfil bajo
Las ilusiones creadas de enero a abril del 2014, con las esperanzas de efectuar un gobierno distinto con transformaciones sustantivas del estilo político se ha visto modificadas durante lo que podríamos llamar la crudeza de gobernar, lo que ha hecho que el gobierno no haya logrado sus objetivos en diferentes ejes, ya que se nota la ausencia de políticas orientadoras del gobierno, las contradicciones entre ministros y más fuerte aún, el limitado cumplimiento con ciertos sectores sociales.
Si miramos el paso de la acción política diríamos que este primer año de bajo perfil requiere esfuerzos mayores con manejo adecuado de las minicrisis, con agenda clara pero flexible en una época que como “la niña y el niño” pueden afectar la acción del gobierno en los próximos tres años.
*Investigadores Análisis de Coyuntura Escuela Sociología-UNA.