Brasil, llegó su hora para recuperar el protagonismo comercial
Lucas Hungría (*)Brasil actualmente atraviesa una de sus mayores crisis económicas y políticas desde el principio del Plan Real en 1994. La suma de una crisis ética en la política nacional, la política económica del gobierno de Dilma Rousseff que se mostró equivocada y un escenario externo aún en recuperación, han planteado a Brasil una situación de inestabilidad social, política y económica.
Para esta nación sudamericana, el año 2015 empieza con señales de alerta. Por un lado, se presentó una fuerte devaluación del tipo de cambio, además de un 2014 que cierra con una balanza comercial negativa (primera vez en 10 años), y una expectativa de inflación en 2015 superior a la meta en 3,2% (llegando a 7,7%). A su vez, se da un crecimiento del PIB casi nulo en 2014 (0,1%) según el Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE) y una proyección de decrecimiento de este de hasta un 2% en el 2015. No obstante, la fuerte devaluación del tipo de cambio y una caída en el consumo interno podrían ser una ventana de oportunidad a la exportación brasileña.
El pasado 19 de marzo, el dólar alcanzó su mayor cotización desde 2003, llegando a R$ 3,30. Eso significa una depreciación de la moneda frente al dólar de un 24% únicamente en 2015; es decir, la mayor depreciación entre las principales monedas del mundo, por ejemplo el Euro (14%), la Lira Turca (12%) y el Rublo (9%). Para el sector exportador eso significa un ganancia exponencial en la rentabilidad. Según el Funcex (Fundação Centro de Estudos do Comércio Exterior) el exportador tendrá un gane en la rentabilidad de hasta un 11% con el dólar costando R$ 3,20. Eso suele ser un gran estímulo al sector exportador, que podrá resultar en un cambio en la balanza comercial, la cual fue negativa en US$ 4 Bi en el 2014, según el Ministerio de Industria, Comercio y Desarrollo.
Ahora, la demanda agregada nacional se ve presionada por diversos factores como la inflación, disminución de la renta del trabajador, mercado de trabajo debilitado, crédito más restricto y tasa de interés más alta. Así que el consumo de la familia brasileña tiende a caer un 0,5% y la renta disponible hasta un 2% en este año, según reporte del HSBC. Una perspectiva negativa para la industria nacional está dibujada en el horizonte, pero el reto para el sector será adecuar su capacidad productiva y la oferta frente a una demanda nacional débil o intentar competir en el mercado externo y mantener la capacidad ociosa fabril.
Los desafíos son grandes para el sector manufacturero y exportador de Brasil. El país tiene que recuperar mercado para sus manufacturas, pues en los últimos 10 años la participación del sector en la balanza comercial disminuyó casi 20%, mientras que los productos más importantes de la canasta de exportación siguen siendo primarios, como soya, mineral de hierro, petróleo y carne. Producto de los últimos ocho años de estímulo al consumo interno, el país disminuyó su presencia y fuerza en los mercados regionales: Mercosur y Latinoamérica.
Para Brasil, este es un momento importante donde la industria nacional puede recuperar su protagonismo regional. Cabe al gobierno y sector empresarial dibujar estrategias y políticas que fortalezcan su presencia en el mercado internacional y resulte una mayor diversificación de sus exportaciones, con productos más demandantes en capital y mayor valor agregado.
>(*) Estudiante MGCI- CINPE