San Rafael tratará sus residuos orgánicos
Laura Ortiz C./ CAMPUSlortiz@una.cr
“En la fase de diagnóstico se realizó un estudio de generación y composición de los residuos sólidos en el distrito central del cantón, donde, en conjunto con funcionarios municipales, se procedió a separar y pesar los residuos según su tipo y procedencia: domiciliar o comercial”, explicó Alina Aguilar, investigadora de la Edeca-UNA.
La fase experimental se realizó a través de una tesis de la Edeca-UNA en la cual se aplicaron diferentes técnicas de manejo de residuos y se controlaron variables como temperatura, pH, porcentaje de humedad y relación carbono/nitrógeno (C/N), entre otros. Se definió con esto una tecnología baja en emisiones que pudiera ser utilizada en el proyecto a escala local.
De acuerdo con Aguilar, la fase de ejecución iniciará en octubre y consiste en recolectar los residuos orgánicos de 137 viviendas y 40 comercios identificados, donde se incluye la feria y un punto de acopio en el polideportivo La Suiza, además de centros educativos interesados. La recolección se realizará a través de la empresa Ebi Berthier como parte de su responsabilidad social empresarial.
“En el ámbito cantonal, se proyecta que con una participación del 50% de las viviendas (4.622) se reducirían 591 toneladas anuales con una emisión de 721 toneladas de gas de dióxido de carbono equivalente, visualizando una meta de reducción del 8%”, detalló Aguilar.
En equipo
El centro se ubica en el Paradero Monte de la Cruz, acondicionado con la infraestructura técnica adecuada y dos operarios para el manejo de residuos en el sitio.
“Esta es una forma de que la comunidad se integre a los programa cantonales, en mi barrio yo visito las casas y brindo información, y sé que lo que se invierte queda en el mismo cantón convertido en productos reutilizables”, dijo María Eugenia Valerio, representante del programa Bandera Azul Ecológica.
Para el líder comunal Edwin Alfaro, el éxito del proyecto depende de la medida en que se involucre la sociedad civil. “Los grupos de bandera azul, grupos organizados y asociaciones de desarrollo están inmersos en el proyecto y eso es garantía de que funciona”.
El abono orgánico que se genere en el centro, se destinará al plan de reforestación cantonal, ornato de parques y a los proyectos de reforestación de los Comités de Bandera Azul Ecológica del cantón, con fines socioambientales y no lucrativos en esta primera etapa.
De acuerdo con Aguilar, el Departamento de Gestión Ambiental y la Unidad de Medidas y Pesos de la Municipalidad, serán los encargados del seguimiento, monitoreo y evaluación del proceso con el apoyo de la Comisión de Cambio Climático.