Día Internacional de Eliminación de la Violencia
contra las mujeres: seguimos trabajando

Sileny Mena Gómez
sileny.mena.gomez@una.cr

Todos los años, el 25 de noviembre, distintas instituciones, activistas, hombres y mujeres en general, que se identifican con la lucha por una sociedad más equitativa e igualitaria, alzan la voz para que las mujeres tengan el derecho a vivir libres de cualquier tipo de violencia.

No obstante, en los últimos meses, de manera preocupante, son recurrentes algunas afirmaciones por parte de personas que tienden a justificar una vez más las manifestaciones de violencia que reciben día con día las mujeres.

Comentarios que culpan a la víctima por el acoso callejero, a la niña por el embarazo temprano, a la joven por la violación sufrida, por la violencia física denunciada y por el femicidio que ocurre cada vez con más frecuencia, quitándole peso a las estadísticas que exponen una realidad en la que las mujeres no solo mueren por un ensañamiento físico, sino que se ha ido naturalizando un ensañamiento social, que les empuja a vivir en soledad una realidad que nos afecta a todas las personas.

Según el Observatorio de Violencia de Género del Poder Judicial, para el periodo del 2010 al 2015 se solicitaron 289,122 medidas de protección, las cuales en su mayoría fueron solicitadas por mujeres entre los 27 y 35 años. Tanto el Observatorio como el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) mencionan que en el 2016, a la fecha han muerto 19 mujeres en manos de sus compañeros o ex-compañeros sentimentales.

Otro tema presente es la trata de personas, una situación poco medible al presentarse en la clandestinidad y bajo un contexto generalmente de grupos criminales organizados. Según el Segundo Estado de Derechos Humanos de las Mujeres, en el periodo del 2010 al 2013, 52 mujeres fueron detectadas por el Equipo de Respuesta Inmediata de la Dirección General de Migración y Extranjería, asociadas principalmente con condiciones de explotación sexual.

Lo anterior no abarca todos los asuntos pendientes que faltan por discutir, si pensamos en la violencia obstétrica, el embarazo adolescente, el hostigamiento sexual, el trabajo doméstico no remunerado, los delitos sexuales, la división sexual del trabajo, la participación política de las mujeres, entre muchos otros; parecería fácil coincidir en que éstas continúan en condiciones de desventaja con respecto a sus pares varones y que falta mucho por hacer. No obstante, la realidad nos dice que son bastantes las personas que minimizan estas situaciones aduciendo que las prácticas sociales han cambiado y que finalmente se ha alcanzado la igualdad real.

Ante esto, lo más recomendable es leer, investigar, analizar. Los datos están, la información la tenemos, solo es necesario revisar bases como las del INEC, el INAMU, el Observatorio de Violencia de Género del Poder Judicial, las encuestas realizadas por el Consejo de la Persona Joven, los estudios del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad Nacional, entre muchos otros. Es un tema de relevancia nacional y es irresponsable opinar a partir de criterios sin fundamento. Estudiemos la información y ojalá sea el primer paso para trabajar en contra de la violencia hacia las mujeres.

(*) AcadémicaIEM-UNA eIntegrante de la Red Local para la atención y prevención de la Violencia contra las Mujeres en Heredia.