Ya se terminó el botar "basura" orgánica en la UNA

Gorka Artizar Izurzu Zabalza
gorka.artizar@gmail.com

Existen muchas opciones para tratar los desechos de jardín; hay montones de técnicas que nos permiten compostear, en grandes o pequeñas cantidades, en todo tipo de superficies y para todo tipo de poblaciones, un sinfín de categorías en las que uno pueda separar y reciclar sus desechos y con las que podemos colaborar para que este mundo, que apenas vamos a ver pasar en nuestras vidas, pueda ser un mejor escenario futuro para nosotros y las generaciones que nos sucederán. Pero solo existe una manera de ver realizarse esta realidad, y no es otra que haciéndolo.

Una muestra de ello es la iniciativa que un grupo de muchachos y muchachas de Ambientales y de Agronomía de la UNA han impulsado con la creación de una alternativa para el manejo de los desechos de poda y jardinería generados en el Campus Omar Dengo. Semanalmente una gran cantidad de bolsas repletas de materia orgánica que eran dispuestas en los basureros para que el camión las trasladara al botadero, ahora son acarreadas, procesadas y convertidas en tierra. Lo que no era otra cosa que "basura" y el germen de lo que pronto se iría a convertir en un grave problema ambiental y sanitario para todos, pasó a transformarse en pura tierra y no solo eso, se ha convertido en el mejor de los abonos con el que la UNA pueda contar para fertilizar sus jardines y áreas verdes. Este grupo ha logrado convertir en el último año, más de una tonelada de "basura" en pura y rica materia orgánica composteada, en puro humus o tierra de bosque, que ya está lista para ser utilizada en embellecer nuestro campus.

¿Cuál ha sido el mérito de estos estudiantes? el propio que ellos y ellas se reconocen; ¿cuál ha sido el esfuerzo? el justo y requerido; ¿el costo?, no más del necesario; a pesar de ver que este mundo sigue caminando sin posar sus pies en la tierra, directo hacia un abismo que no le encontramos fondo, sin detenerse en los sentimientos de abandono y dejadez que aquejan a gran parte de la juventud, estos muchachos, haciendo caso omiso de dicho mensaje, animados por las palabras de sus amigos y profesores, motivados por todas las voces de fuerza de aliados y aliadas que han ido apareciéndose a lo largo de este sinuoso camino, sin otra herramienta que sus manos y la mejor y más profunda de las convicciones, la fe en el corazón de las personas, han sabido crear ellos y ellas una alternativa viable y sostenible a largo plazo. Así han encontrado una solución definitiva y real a uno de los problemas más serios que acusan a esta sociedad y a nuestro planeta en general. Tal vez exagere, ustedes lo juzgarán mejor, pero no se les puede negar este reconocimiento.

A los muchachos y muchachas que participaron en el proyecto de composteras de la UNA y a todas las personas que con sus palabras de ánimos y valor nos dieron la fuerza y el coraje que ocupamos en los momentos que era más necesario, a todos ellos, solo me quedan darles las gracias una vez más.

Y de una les decimos que ¡Seguiremos luchando!

(*) PDICRC-UNA, Colectivo AMALUR Finca Agroecológica

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    Noviembre 2016 - Año XXVI # 281

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