Cambio de año base del PIB y la política fiscal

David Cardoza Rodríguez (*) Para CAMPUS
david.cardoza.rodriguez@una.cr

El Producto Interno Bruto (PIB) es un indicador que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios finales generados dentro de un país en un periodo determinado (usualmente un año), y es el indicador que describe el desempeño de la economía.

El cambio de año base del PIB para el año 2012 que ha realizado el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y publicado en el 2015, surge como una necesidad de actualizar las cuentas de producción del país, debido a que se tenía como referencia un año base fijo de 1991. La nueva metodología aplicada se basa en el Sistema de Cuentas Nacionales 2008, estableciendo nuevas estadísticas macroeconómicas, de mayor calidad y precisión. Las cifras publicadas muestran que el PIB con la metodología anterior registró ¢22.782 miles de millones y con la nueva medición ¢23.371 miles de millones, describiendo una revisión al alza del 2,6%.

¿Es importante este cambio de metodología?

La evolución del PIB es la medida que se utiliza para describir el crecimiento económico y el que permite dar señales del estado en que se encuentra la economía del país.

Con la nueva medición del PIB se ha logrado actualizar la información de cómo es el gasto en bienes y servicios de toda la economía nacional, se actualizan los diferentes valores de producción que crean los sectores productivos y sobre todo, una fotografía de la distribución de la estructura productiva del país.

Los principales resultados muestran que con la metodología de PIB 1991, el sector agropecuario tenía una participación del 13%, manufactura 23%, comercio 16%, servicios 28% y otros 20%. Con la nueva medición, el sector agropecuario 6%, manufactura 15%, comercio 10%, servicios 40% y otros 29%. Se concluyen que sector servicio ha ganado mucho peso en la economía, manufactura y agricultura han perdido participación.

La nueva estructura productiva es relevante por la relación que tiene con el resto de variables de la economía, como el empleo, la generación de ingresos, la distribución del ingreso, la totalidad de gastos en bienes y servicios, entre otros.

Por otra parte, el PIB es un indicador utilizado como referencia para otras mediciones, por ejemplo, la carga tributaria (relación de impuestos entre PIB) o la deuda del país, entre otros. Además, el PIB se usa como referencia para darle dinero a algunos sectores, por ejemplo a la educación, que le corresponde un 8% de este, o a la deuda política, con un 0,19%.

Política Fiscal y PIB

La política fiscal es una política económica que usa el gasto público y los impuestos como variables de control, donde se podrían realizar variaciones discrecionales que un gobierno efectúa con los ingresos y los gastos públicos con la finalidad de influir en el nivel de actividad económica. En este sentido, la relación que puede existir entre la política fiscal y el crecimiento económico medido por el PIB, siempre ha sido un tema relevante en la discusión macroeconómica.

Cuando se habla de política fiscal, se refiere a políticas presupuestarias en un sentido amplio, que incluye políticas de gasto, políticas de ingresos, y políticas destinadas a determinar los niveles de endeudamiento públicos, por lo tanto la discusión es sobre si se toman medidas de contracción fiscal o de expansión fiscal.

Se pueden tener política fiscales expansivas, donde se aumenta el gasto público, se reducen los impuestos, con la meta de aumentar la producción, pero con consecuencias de aumento en el déficit fiscal y aumento de endeudamiento público. Este tipo de política es la que ha caracterizado al país, principalmente desde la crisis económica del 2009 hasta la actualidad.

La carga tributaria con respecto al PIB es de un promedio 13% y los gastos corrientes de un 21% promedio, lo que describe un déficit fiscal que viene en aumento de no hacerse ajustes fiscales. Para este año se ha enviado a la Asamblea Legislativa el Proyecto de Ley del Presupuesto de la República 2017, donde se estima que la deuda del Gobierno Central con respecto al PIB, sea de 45% y 49,1% para el año 2016 y 2017, lo que ejerce una presión en la búsqueda de financiamiento para hacerle frente al presupuesto, debido a que los ingresos que percibe Ministerio de Hacienda cubren en promedio un 54% de todo el presupuesto.

Tal como se describe en la exposición de motivos del proyecto del presupuesto 2017, el país tiene una tradición significativa en la provisión pública de servicios básicos relacionados con educación, salud y seguridad social.

En este tema particular, la política fiscal puede ayudar a estimular la demanda agregada y reactivar la economía, pero es necesario que las decisiones que se toman en esta materia, tengan su contraparte con fuentes sanas de financiamiento, de ahí la necesidad de realizar ajustes por el lado de los impuestos y una revisión del tipo de gasto que se tiene, para que no se entre en una insostenibilidad fiscal que comprometa la provisión básica de servicios que la sociedad costarricense requiere.

(*) Coordinador del Proyecto Fiscal,
Escuela de Economía-UNA.

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    Octubre 2016 - Año XXVI # 280

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