El a, b, c para ser campeón
Johnny Núñez/Campus
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Carlos Marín es uno de los organizadores del congreso de psicología deportiva organizado por Ciemhcavi-UNA. |
Alcanzar el nivel de deportista élite va más allá de las características físico-tácticas del atleta; el avance de la ciencia, sobre todo en el campo de la psicología deportiva, determinó la existencia de cuatro cualidades fundamentales que determinan el rendimiento del atleta a su máxima capacidad. Esas cualidades son el manejo del estrés, la autoconfianza, la autoestima, la concentración y la atención.
Carlos Marín, psicólogo deportivo y docente de la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA), explicó que anteriormente se escogía al atleta por su biotipo; es decir, una persona alta, de cuerpo atlético, con táctica y técnica. Sin embargo, los entrenadores notaban que a la hora de la competición el deportista no daba rendimiento y mentalmente se desmoronaba.
"Por ejemplo, algunos equipos de futbol tenían jugadores con un fenotipo extraordinario, con táctica y técnica muy depurada, pero se caían en el aspecto mental; a la hora de competir presentaban elevados niveles de ansiedad y la autoconfianza no era la misma bajo presión. A raíz de esto y otras circunstancias es que entró a jugar la psicología deportiva", comentó Marín.
Puntos clave
El manejo del estrés, explica el especialista, involucra que el jugador pueda manejar la presión generada a nivel cognitivo que repercuta en lo biofísico y bioquímico para dar su máximo potencial. Asimismo, destacó que la autoconfianza es esencial en un deportista élite, pero debe ser depurada para creer en sus capacidades y habilidades psicomotrices y así tener la confianza de confrontar a otros.
En lo relacionado con la concentración y atención, el experto destacó que es uno de los que más se trabaja en neuropsicología aplicada al deporte, pues se manejan los parámetros de cómo aumentar el foco atencional, la visión periférica y los tiempos de reacción del atleta en momentos de presión. También involucra la lateralidad, o sea si el deportista es zurdo o derecho, cruzado u homogéneo, así como los aspectos cognitivos del atleta al momento de tomar decisiones.
Entre tanto, la automotivación se liga más con objetivos claros del deportista y se relaciona con la motivación intrínseca; es decir, qué motiva a la persona a realizar determinada actividad. Marín explicó que el deportista debe contar con objetivos a corto o mediano plazo, como romper un récord mundial, competir en los Juegos Panamericanos, olimpiadas o mundiales.
Con dichas herramientas se procura brindar a los entrenadores o visores ciertos parámetros, desde el punto de vista mental, que requieren los atletas élite que compitan en diferentes disciplinas. El experto recordó que países desarrollados como Alemania, España y Holanda manejan el aspecto psicológico del competidor de forma más estructurada. En América, lo hacen mejor Argentina, Brasil, Uruguay, México y Estados Unidos.