Tras una incapacidad, regrese con calma

Laura Ortiz C./CAMPUS
lortiz@una.cr

Las cargas laborales, el ambiente de trabajo y componentes físicos y emocionales, son parte de los factores que inciden en la incapacidad laboral, así como en el tiempo en que tarda el trabajador en reincorporarse a su labor.

El pasado 1 de diciembre el Instituto de Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (Iret-UNA) y el Programa Salud, Trabajo y Ambiente en América Central (Saltra), organizaron la conferencia "Del trabajo sano a la incapacidad laboral: la multimorbilidad importa", impartida por Mónica Ubalde, académica del ¿¿Centro de Investigación en Salud Laboral (CiSAL) de la Universidad de Pompeu Fabra (UPF), de Barcelona, España.

De acuerdo con Ubalde, el equilibrio entre las demandas del lugar de trabajo y un estado de salud determinado es la clave en la relación trabajo-salud, junto a otros factores socio demográficos y económicos.

"Cuando esta relación se desequilibra se puede producir una incapacidad (sinónimo de discapacidad en mayor o menor grado), absentismo (la no asistencia al trabajo de manera deliberada y no justificada) o presentismo (ir a trabajar aunque no se esté en condiciones para hacerlo), todas las anteriores con un costo directo para la empresa y el trabajador".

En países como España, según la investigadora, lo que se ha buscado es reducir la incidencia de incapacidades al exigir requisitos más estrictos para acceder a ellas, cuando a su criterio, en lo que se debería de trabajar es en prevenir los riesgos y promocionar estilos de vida saludables.

"Otro elemento que debemos tomar en cuenta es el envejecimiento de la población trabajadora, junto con el aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas, esto supone un reto para los sistemas de salud y para las empresas, que también deben velar por sus empleados y su reincorporación luego de una incapacidad", dijo Ubalde.

Según la experta, entre más factores físicos, sociales y económicos intervengan en la incapacidad laboral, más tardan los empleados en sentirse bien al reincorporarse al trabajo, por lo que se deben diseñar intervenciones apropiadas.

"Es necesario incorporar medidas de flexibilización para facilitar el retorno al trabajo, las cuales deberían considerar la evolución de la capacidad funcional y su interacción con el estado de salud. Una de ellas puede ser el teletrabajo, pero debe ser controlado sin dejar de lado espacios para la socialización con el equipo. Creemos que el éxito de estas intervenciones se vería reflejado en una reducción en el tiempo de retorno al trabajo, evitaría recaídas y futuros episodios de incapacidad, y supondría una mejora en la evolución de capacidad funcional, rendimiento y productividad", detalló la investigadora.